El primer colegio de Fisterra celebra su medio siglo de vida

Juan Ventura Lado Alvela
J. V. Lado CEE / LA VOZ

FISTERRA

La comunidad del Nosa Señora do Carme recordó los orígenes del centro

31 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El Nosa Señora do Carme de Fisterra, que más que un colegio es todo un movimiento educativo y social que ha marcado la historia reciente de Fisterra, cumple medio siglo y alumnos, profesores y padres están de celebración.

Ayer conmemoraron el 50 aniversario de la colocación de la primera piedra del edificio original levantado sobre la antigua fábrica de salazones Pita y que hoy, además de tres aulas de infantil, acoge la residencia de mayores y el centro de acogida de menores. Para recrear todo ese proceso, además de la presentación fotográfica, en la que se pudieron ver numerosos exalumnos, entre ellos el actual alcalde, los escolares, un representante por aula, completaron un puzle que iba escenificando los avances.

Sin embargo, la parte más emotiva del acto, en el que no había otros invitados que los miembros de la comunidad educativa, llegó con el recuerdo de Luciano Moreira Carracedo, el cura coristanqués que, como párroco de Fisterra, canalizó las aspiraciones educativas del pueblo en unos momentos en los que las instituciones públicas no lo hacían porque se daba por sentado que «los hombres, al final, iban a ir al mar y las mujeres casarse», como explica Fernando Carrillo, que tuvo una participación activa en la organización como el profesor más veterano del centro. También tomaron la palabra, entre otros, el director, Carlos Velasco, y los docentes que recitaron una poesía de su excompañero Tomás Ortega dedicada precisamente a la figura del párroco y a su labor, que incluyó asumir como deuda personal parte de los costes de construir el que fue el primer colegio como tal de Fisterra. En esa labor, la colaboración de Ángel Sendón, Leoncio Olveira Vaamonde, Leoncio Olveira Traba, Manuel Domínguez, Juana Mariño, María Canosa y Amalia Lorenzo, entre otros, también fue destacada ayer.

El Nosa Señora do Carme, que ahora tiene otro edificio, fue un empeño colectivo de muchos fisterráns, en los que unos cargaban piedras y otros hacían cemento, que ahora se pretende poner de manifiesto porque son ya 50 las promociones de alumnos que pasaron por el colegio. De ahí que este sea el primer acto dentro de otros que llegarán a septiembre del año que viene, cuando se cumple el medio siglo del inicio de las clases.