El mar de fondo dañó paseos y causó inundaciones en Cabana

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Dumbría. El río Xallas se salió de su cauce en el lugar A Ponte Olveira (Olveiroa-Dumbría). marcos Rodríguez< / span>

La marea viva propició que el agua entrara en dos casas y un negocio

05 ene 2014 . Actualizado a las 07:01 h.

La marea viva y el temporal volvieron a sobresaltar a los vecinos de Ponteceso de Cabana, al fondo de la ensenada da Insua. La conjunción de una pleamar especialmente alta unida al fuerte oleaje y al abundante caudal del Anllóns estos días, provocaron de nuevo inundaciones en dos viviendas y un negocio del lugar. El coche de uno de los afectados resultó seriamente dañado, así como la maquinaria de un taller automovilístico que hay en la zona, justo pasado el puente en dirección A Laxe.

Los afectados recordaron que estos hechos ocurren desde que quedó destruido el malecón que había en esta zona y que no fue reparado, al contrario de lo que pasó en el lado de Ponteceso. El arreglo de la barrera que impide que se aneguen los campos a la altura de de O Couto acaba de terminar, lo que dio mucha tranquilidad a los habitantes de la aldea.

En Ponteceso de Cabana reclaman el mismo trato o al menos la posibilidad de construir ellos mismos un muro que preserve sus propiedades, una autorización que Costas les ha negado en varias ocasiones.

También en el interior varios cauces acusaron el aumento de las lluvias. El Xallas se salió de su cauce en A Ponte Olveira y se esparció por campos y cultivos, aunque no llegó a causar daños importantes.

En la costa los que más sufrieron fueron los paseos marítimos. En el municipio de Camariñas, además de la desaparición de la baliza de la punta del dique de Camelle, hubo que lamentar el desplazamiento de la balaustrada de la acera más próxima al mar en Arou. En este lugar el oleaje cambió la fisonomía de la cala de bolos, tan característicos de esta zona, pero también hizo el mismo efecto en muchas playas. La de Barizo desapareció bajo las aguas, pero la de Osmo, que se había visto afectada por un temporal anterior, recuperó su forma habitual. En la Ribeira de Fisterra el oleaje también se tragó el arenal.

A cuenta del erario público serán las reparaciones que quedan pendientes en Muxía y Caión. En O Coído, el mar de fondo levantó las losas de la baranda de protección y rompió varias farolas. Lo mismo sucedió en Caión.

Los concellos afectados esperarán hasta el martes para realizar el correspondiente balance de daños, aunque no se espera que sean cuantiosos.