En el interior de la nave había varios coches de clientes
04 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Un incendio destruyó la noche del lunes un taller de chapa y pintura situado en la carretera de Xesteda, en las inmediaciones del parque empresarial de O Acevedo. Sobre las 20.30 horas la empresa de vigilancia a la que está conectada la alarma de la nave llamó a uno de los propietarios para avisarle de que el dispositivo había detectado algo indeterminado. Cuando Jaime Muíño, que es uno de los dueños, quiso abrir la puerta ya quemaba, pero, a pesar de eso entró y comenzó a sacar coches con la ayuda de su socio y otros vecinos que acudieron inmediatamente provistos de tractores con cubas de agua. No tardaron en llegar los bomberos de Ordes, pero a pesar de la rapidez de la intervención se perdieron varios turismos de clientes. Entre 7 y 9 seguían dentro de la nave cuando comenzaron las tareas de extinción.
Las labores no estuvieron exentas de peligro. En el interior había bombonas de acetileno, oxígeno y aire comprimido. Una de ellas estalló y derribó parte de una de las paredes.
Dotación
El responsable de los bomberos de Ordes, Honorino Raña, explicó que los trabajos fueron complicadas, aunque solo fue necesaria la presencia de una dotación, formada por cuatro personas. Llevaron tres camiones y contaron con la colaboración de los voluntarios de Protección Civil de Cerceda y de los vecinos que aportaron agua, lo que hizo que no fuera necesario ir a repostar, porque finalmente se emplearon 20.000 litros, además de espuma en la parte trasera de la construcción, donde se inició el fuego.
Las causas del incendio parecen fortuitas. Los bomberos no encontraron nada que indicara un sabotaje y aunque la Guardia Civil en un primer momento acordonó la nave no está claro que haya una investigación.
Honorino Raña señaló que en un taller de este tipo es fácil que haya quedado algún elemento demasiado caliente que pueda haber entrado en contacto con un acelerante. De hecho, la primera noticia del incendio se produjo apenas media hora después del cierre de las instalaciones. Para entonces el fuego ya había tomado todo el fondo de la nave.
Quejas
Por su parte, la presidenta y jefa de la agrupación de voluntarios de Cerceda, Mar Pérez, se quejó de los protocolos del 112. El lunes por la noche cuando llamó para ponerse en contacto con los bomberos del parque de Ordes para darles información sobre el modo en que se estaba desarrollando el siniestro se encontró con que tenía que explicar a la operadora todas las cuestiones «en lugar de hablar directamente con ellos y que ella pudiera escuchar lo que decíamos. Acabé colgando el teléfono», explicó.
Asegura que la empleada no es en absoluto responsable de esta situación, que, según ella, dificulta enormemente la labor de los equipos de emergencias. Afirma que en varias ocasiones se ha quejado de este problema, pero «han hecho oídos sordos». Considera que las relaciones deberían ser directas, lo que las haría más ágiles.
Una bombona de acetileno causó una explosión que tiró parte
de una pared