Derribando muros hacia la excelencia

Manuel Rey
manuel rey CARBALLO / LA VOZ

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La joven carballesa Karina Pombo participó en la conferencia internacional «Falling walls», en Berlín

17 nov 2013 . Actualizado a las 15:31 h.

Karina Pombo afirma que tiene «un millón de defectos», pero entre ellos seguro que no está el conformismo. Con solo 25 años, esta investigadora de la parroquia carballesa de Ardaña ya ha cruzado el planeta en busca de su sueño. Comenzó estudiando Farmacia en la Universidade de Santiago, pero pronto hizo las maletas y siguió su formación con una beca Erasmus en la ciudad italiana de Urbino. Al terminar la licenciatura y tras varios meses trabajando y aprendiendo inglés en un hostal de Londres, consiguió una beca de investigación, a caballo entre Melbourne y Dresde, donde reside actualmente. En la ciudad alemana trabaja como investigadora en la asociación Helmholtz-Wissenchaft.

Como cada año, coincidiendo con el 9 de noviembre, día de la caída del muro de Berlín, se celebra en la capital alemana Falling walls (Derribando muros), una conferencia en la que jóvenes de todo el planeta presentan sus ideas para mejorar el mundo. Solo cien tienen el privilegio de exponer sus proyectos. Y entre ellos estaba Karina, que fue la única española que participó. Su propuesta era «romper el muro entre las nanopartículas y el cáncer», recuerda. El objetivo, detectar esta enfermedad en una fase inicial y evitar su desarrollo. «É un campo que se está abrindo camiño, a cabalo entre a medicina, a bioloxía e a química», dice. Logró el cuarto puesto en esta conferencia, pero destaca que lo más importante que se llevó de Berlín fue la «inspiración» de «ver a tanta xente nova con ganas de cambiar o mundo e escoitar aos mayores expertos mundiais nas ciencia e nas artes», dice Karina a través del teléfono con una voz que desprende ilusión.

«Non hai que ter medo»

El camino es largo, pero la investigadora remarca que «con educación e paciencia, chégase a calquer lado». No hay premio sin esfuerzo, y Karina recuerda que hay momentos en los que piensa «quen me mandaría a min meterme nisto, co ben que estaba eu en Ardaña», dice entre risas. Reconoce que en Alemania es difícil asumir una forma distinta de ver el mundo. «O nivel de esixencia é moi alto e a xente é moito máis individualista. Non che van axudar se ti non llo pides». Como muestra, Karina destaca que, tras volver de Berlín, casi nadie la felicitó en el laboratorio, salvo algunos amigos. «Pero tampouco o tomei a mal, é a súa forma de ser. A túa cabeza leva 24 anos pensando dunha forma e agora tes que cambiala. Hai que asumir que as cousas non son iguais en todos lados».

¿Y qué consejos les daría Karina a los jóvenes que estén dispuestos a conseguir sus sueños. «Diríalles que non hai que ter medo. Que fagan moitas cousas distintas e aprendan de todo. Que non se lle caian os aneis por traballar fregando platos ou limpando habitacións. Non lle podes pedir nada ao mundo se ti aínda non lle deches nada a el», concluye Karina.

«Son máis da Costa da Morte que o mar»

Aunque lleve mucho tiempo a miles de kilómetros de casa, a Karina no se le olvidan nunca sus raíces. «Estou moi orgullosa de ser de onde son. Son máis da Costa da Morte que o mar», afirma. «Boto de menos a miña familia, os meus amigos, a comida, as festas, etc.». «Falo cos meus amigos e coa familia case todos os días». Procura venir en cuanto puede, y aunque ya ha pasado alguna Navidad fuera de casa, en estas fiestas volverá a Ardaña. Y siempre aprovecha para traer a compañeros de trabajo y enseñarles la zona. «Miña nai di que a nosa casa é unha casa nido, que cando vou de volta sempre traio a alguén conmigo; en Australia non saberán onde está España, pero a xente que eu coñezo sabe de sobra onde queda Carballo», afirma Karina entre risas.

A medio plazo, tiene pensado volver a las antípodas para continuar con su carrera. «Gústame moito complicarme a vida, sempre fun un cu inquedo e quédame moito mundo por percorrer e moitas cousas por saber. Teño unha beca de dous anos e logo non me plantexo volver, e máis coa situación actual, non vexo futuro na investigación», sentencia.

Como beneficiaria de una beca Erasmus, la joven afirma que la supresión de la ayuda «chegoume ao corazón. Cando estudaba en Italia foi cando vin o mundo e díxenme: 'Isto é o que quero facer'. O Erasmus axúdache a desenvolverte como persoa», recuerda.

DNI

Karina Pombo García

25 años

Investigadora contra el cáncer en el Helmholtz-Zentrum de Dresde