La Guardia Civil inspeccionó ayer doce de los barcos de cerco que tienen base en el puerto de Malpica. Los agentes solicitaron a los patrones de cada una de las tarrafas que estaban amarradas en el muelle los diarios electrónicos de pesca, en los que se tienen que anotar las capturas. Los datos apuntados deberían coincidir con las ventas que ha realizado cada embarcación en la lonja, pero parece que en muchos casos no será así.
Algunos armadores reconocieron que en la última semana han superado los topes, sobre todo de jurel, pero se quejan de que les hayan denunciado precisamente a ellos, puesto que, según dice, todo el sector está pescando más de lo permitido y vendiendo pescado sin declararlo.
La inspección pilló ayer desprevenidos a los propietarios de los cerqueros, que se quejaron repetidamente de que este tipo de acciones de vigilancia no se realicen en otros puertos. La revisión se efectuó antes de que salieran a faenar para la marea nocturna.
Hace ya años que la mayor parte de las tarrafas de Malpica venden sus capturas el Muro de A Coruña, a pesar de que en muchas ocasiones descargan en el muelle malpicán.
Aunque todavía es necesario que se tramiten los expedientes, si finalmente queda probado que no declararon ventas y superaron el tope legal de capturas, las multas pueden ser importantes. Al parecer, las inspecciones corresponden a la última semana de faena.
Los agentes revisaron los diarios de pesca de una docena
de barcos