La demanda de trabajo en los concellos quintuplica la oferta

j. v. lado / t. longueira CEE, CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Un tractorista allana con la ayuda de una grada la arena de la playa urbana de Malpica.
Un tractorista allana con la ayuda de una grada la arena de la playa urbana de Malpica. j. m. casal< / span>

Para cada puesto de peón de limpieza en Cee había diez candidatos

16 jul 2013 . Actualizado a las 07:10 h.

A cada puesto de trabajo para el verano que sale en los concellos de la Costa da Morte, se presentan, como mínimo, tres personas y en algunos casos, como el de la limpieza de playas de Cee, fueron hasta 10 los aspirantes a cada unos de los empleos, que no son ni mucho menos estables -en el mejor de los casos duran tres meses- y tampoco llevan aparejadas remuneraciones especialmente elevadas.

Así, para este mismo trabajo en Laxe se presentaron 71 personas para 13 puestos; en Camariñas, 147 para 25; en Malpica, 50 para 9; en Ponteceso cerca de 90 para 16 o en A Laracha 54 para 15. Del mismo modo, en Fisterra donde los equipos se reparten en tres grupos de 11 personas, cada una con contrato de un mes, fueron cerca de 90 los candidatos y en Vimianzo, donde se ofertaban puestos de dos meses para la limpieza, con sueldos de 600 euros, se presentaron 60 personas para 12 plazas.

En el caso de Muxía, donde esta semana se incorporarán los trabajadores que faltan hasta llegar al total de 106 contratados estivales, entre los más de 80 aspirantes para las primeras 30 plazas, había desempleados que viven en A Coruña y no dudaron en buscar un puesto a casi 100 kilómetros de su casa.

Para los diferentes alcaldes, como el camariñán, Manuel Valeriano Alonso, o la ceense, Zaira Rodríguez, la explicación es obvia: «Non hai traballo», explica el primero, y «algunha xente está pasando moita necesidade», añade la segunda. De ahí que todos los regidores expriman las posibilidades de contratación en los ámbitos en los que tienen oportunidad, como las cuadrillas municipales de extinción de incendios promovidas por la Xunta y que, en la mayoría de casos, no estarán en funcionamiento hasta dentro de un par de semanas.

Tal como señala el alcalde fisterrán, José Manuel Traba, esta alta demanda «non é nova» y aunque se deja sentir de manera especial «todos os anos hai moitos máis aspirantes que postos». De hecho, los servicios de empleo habitualmente remiten a los concellos el triple de currículos que de plazas.

Presión administrativa

Sin embargo, esta tendencia se está intensificando por distintos motivos. El principal, como apuntan los alcaldes, es la propia necesidad de la gente, especialmente de la que tiene menos formación y experiencia, por encontrar un trabajo, en lo que sea y aunque solo sirva para salir adelante otro par de meses.

Sin embargo, también influyen algunos cambios administrativos, como la presión del SEPE (antiguo INEM), que exige a los empleados la entrega de currículos y una búsqueda activa de empleo, incluso para quienes no reciben prestaciones, mientras que etapas anteriores estos condicionantes eran mucho más laxos y no siempre se cumplían.

A todo eso hay que sumar el retraso deliberado en determinadas contrataciones públicas -socorristas o cuadrillas de incendios por ejemplo-, que, según se quejan algunos profesionales de emergencias, le sirven a la Administración para pagar menos días de salarios pero también comprimen las temporadas en las que los aspirantes tienen a su disposición un empleo y, en consecuencia, satura todavía más la oferta.