Miles de personas abarrotan las playas

C. Abelleira / T. Longueira CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

XESUS BUA

Primera víctima del verano en uno de los numerosos arenales que carecen de socorristas

08 jul 2013 . Actualizado a las 07:10 h.

La ola de calor arrastró a miles de personas hacia el litoral de la Costa da Morte. En playas como Razo, Area Maior de Malpica, O Lago de Muxía, Laxe, Langosteira o Caión no cabía ni un alfiler prácticamente desde la mañana, pero por la tarde algunas estaban desbordadas. Los servicios de Protección Civil confirmaron que este fin de semana se ha batido un récord de afluencia a los arenales.

Una de las principales consecuencias de la avalancha fueron los atascos de tráfico. Tanto es así que agrupaciones de voluntarios de Protección Civil como la de Muxía tuvieron que reforzarse para evitar males mayores, en Malpica se quedaron escasas las 2.000 plaza de aparcamiento habilitadas por el Ayuntamiento este verano y en Razo se produjeron enormes embotellamientos. Además, muchos conductores optaron por estacionar en cunetas de carreteras secundarias y pistas forestales, como ocurrió en los accesos a la playa de Caión, lo que en más de un caso incluso empeoró la situación.

Los problemas no fueron menores para quien buscaron la sombra de los árboles. En el pinar de Balarés ya no quedaba sitio a primera hora de la mañana, lo que obligó a algunos visitantes a aparcar casi a un kilómetro de distancia. Igual que las terrazas de los bares se llenaron la noche anterior, ayer lo hicieron muchas de las áreas recreativas repartidas por toda la Costa da Morte.

La masificación tuvo otro tipo de repercusiones para los usuarios de las playas carballesas. La elevadísima demanda provocó interrupciones en el suministro de agua a las duchas y los servicios higiénicos, que se abastecen de traídas vecinales debido a que no hay red pública.

Pero ayer también se puso de manifiesto una necesidad mucho más acuciante, la de servicios de salvamento. A estas alturas del verano, y en plena ola de calor, son numerosos los arenales de la Costa da Morte que carecen de socorristas. La primera víctima del verano, José Rey Pérez, un vecino de Muxía de ochenta años, murió después de desplomarse en la orilla del mar, en Os Muíños. Según la información facilitada por los servicios de emergencias, la víctima presentaba síntomas de ahogamiento, aunque las causas del fallecimiento quedarán esclarecidas con la autopsia.