Las manos de Inditex repasan su historia en Aldeola

Mar Varela

CARBALLO

MAR VARELA

11 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Trabajadores incansables y madres modelo. A este perfil pertenecen muchas de las mujeres que nos rodean y que merecen un homenaje que muchas veces no llega. Aunque el 8 de marzo no es más que una efeméride, el Día Internacional de la Mujer también ha conseguido dar visibilidad al trabajo encomiable de muchas féminas que han estirado, y siguen haciéndolo, las 24 horas del día para responder a todos sus quehaceres.

Por eso, la sección sindical de Inditex Fabricación quiso reunir el sábado a más de dos centenares de trabajadores y recordar los humildes inicios del imperio textil de Amancio Ortega. La secretaria general de Comisiones Obreras del área de fabricación, Merche López Rodríguez, organizó una cena-baile en el Restaurante Aldeola, en Malpica, a la que acudieron unos 250 trabajadores. Aunque la práctica totalidad eran mujeres, también se podía ver en el abarrotado comedor a cinco hombres. «El sector textil siempre ha estado muy feminizado, sobre todo en la parte de fabricación. Hoy en día el 98 % de los trabajadores siguen siendo mujeres», explicó la delegada sindical.

No faltaron los discursos ni un vídeo con fotografías de cómo ha ido variando su trabajo a lo largo de los 45 años de historia de la empresa. Cuando algunas de las presentes en la cena del sábado comenzaron a trabajar para Ortega, ni siquiera existía Inditex. «Empezamos en un pequeño taller de la calle Noia, en A Coruña, trabajando para Goa», recuerda Merche López, que lleva 13 años al frente de Comisiones Obreras. Antes de degustar el menú, muchas de las presentes recordaban las condiciones laborales de entonces, cuando empezaban a llegar nuevas máquinas que no sabían usar. «Nada que ver con lo que tenemos ahora», decía una de las veteranas de la aguja.

Sin duda, el trabajo femenino de la zona ha ayudado a levantar un gran imperio con presencia en los cinco continentes. Por eso, 45 años después han aparcado sus instrumentos de trabajo para recordar el camino andado y brindar por el futuro. «Una cena genial», resumió la delegada sindical.