El mar que tanto ha contribuido a construir la identidad de la Costa da Morte se convirtió ayer en el gran protagonista de la inauguración de la exposición con la que la artista muxiá Viki Rivadulla llenó de sabor a salitre y a vida mariñeira el Pazo da Cultura de Carballo. Acompañando a la creadora, y a sus treinta y una piezas, estuvieron cinco destacados poetas -el sexto, Suso Bahamonde, tuvo que ausentarse por enfermedad- y entre todos inundaron la velada de lirismo y de exaltación de una forma de entender la vida ligada indisolublemente a ese elemento, «fero», «terrible», e «fonte de traxedia, pero tamén de sustento, que nos dá todo», y que define «a nosa forma estar no mundo e de enfrontarnos a el», tal como expresó Rivadulla.
Ya el propio nombre de la muestra, O meu mar, tomado de un poema de Gonzalo López Abente -«o seu mellor poema», coincidieron esta y Miro Villar- apuntaba en una dirección muy precisa, que fue confirmada por unas obras -la mayoría pinturas, pero también varias esculturas- en las que la artista refleja toda una forma de entender la vida en la que el mar juega un papel central, pero que también concede a la mujer una importancia capital.
La muestra alterna estampas cotidianas con interpretaciones poéticas y simbólicas -como la de la propia Costa da Morte encarnada en una fémina coronada por un faro- y traza un mosaico en el que también hay espacio para otros homenajes -a Rosalía de Castro- y que ayer se vio completado con los versos de Miro Villar, Paco de Tano, Rosalía Fernández Rial, Paco Souto y Xosé Henrique Rivadulla Corcón. «Volver ao mar, á orixe, á primeira casa», arranca el poema con el que este último resumió el sentir de los presentes hacia un elemento identificado asimismo por Viki Rivadulla y Rosalía Fernández Rial como el configurador de la «tribu» de la Costa da Morte y al que Paco de Tano se refirió como su gran fuente de inspiración: «Escribo co lume namorado do amor do mar». La analogía entre la fuerza del mar y la de la amistad que realizó el alcalde carballés, Evencio Ferrero, fue otra de las ideas que surgieron en esta velada con la que el Concello mostró su afán de abrir sus puertas a todos los creadores de la comarca; en este caso, a «unha pintura e escultora autodidacta, coñecida ademais pola súa faceta de artesá bonequeira», tal como la definió la concejala de Cultura, Mar Eirís.
«Nestes tempos de falsidade e mentira o que toca é escoitar aos poetas», había explicado Viki Rivadulla al comienzo, y por eso los cinco autores presentes fueron también los encargados de poner el punto final al acto recitando los versos de López Abente que inspiraron esta evocadora muestra que permitirá gozar del mar desde el Pazo durante todo este mes.