La despoblación se acelera otra vez en el área rural de la comarca

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CARBALLO

Los lugares de menos de 11 habitantes ya son 343, un 22,1 % del total

17 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La Costa da Morte pierde población año tras año. Es una evidencia que el Instituto Nacional de Estadística (INE) pone sobre la mesa de manera regular, y que hace unos días permitió constatar que, en el 2012, había unos 1.300 vecinos menos que un año antes en los municipios de Bergantiños, Soneira y Fisterra, además de Cerceda.

El INE dio ayer más pistas sobre el terreno que pisa ese éxodo demográfico, una mezcla de saldo vegetativo negativo y el regreso de la emigración: son los núcleos rurales los que sufren en mayor medida esa pérdida.

Así, en la comarca hay 343 núcleos de población (entidades singulares, con independencia de su número de habitantes) que tienenmenos de 11 vecinos, lo que representa más de una quinta parte del total de localidades (1.548, según el padrón de habitantes). Hace justo un año eran 323, de ahí que el incremento haya sido de 20.

El incremento es mucho más notorio si se mira hace justo una década atrás, en el año 200, cuando se contabilizaban 228 núcleos en la misma situación. El aumento en una década ha sido, por tanto, del 50 %.

La caída por debajo de ese umbral de los diez vecinos ha sido notable, pero los números negativos también se ha notado en los lugares que no tiene ninguno. Si el año pasado se contabilizaban 37 núcleos en esta situación, ahora son 43. A Laracha y Cabana llevan el peso de ese incremento (son los municipios con mayor número absoluto de lugares), pero también se ha notado en Zas. De hecho, es la primera vez en muchos años que un lugar se queda sin vecino, y eso es lo que ha ocurrido en Maxín, en la parroquia de Meanos.

Con todo, muchos de los lugares que se incluyen en la lista de no habitados lo están porque efectivamente se han ido despoblando, pero otros corresponden a núcleos que llevan décadas en esa situación. Por ejemplo, las Sisargas.