El padre de Elvira Corredoira abrió en Carballo el primer establecimiento de juegos de azar que hubo en la zona. En el 2007 vendió el Gordo de Navidad y su imagen mostrando el 06381 dio la vuelta a toda España. Está dispuesta a repetir la hazaña y confía en hacerlo hoy. Mientras tanto ha ido dando otros premios, como el Euromillones.
-¿Cómo fue la venta de lotería para el sorteo del Niño, que se celebra hoy?
-Muy bien, mejor de lo que esperaba. En Reyes las ventas suelen ser bastante buenas, aunque nada es comparable al sorteo de Navidad.
-¿Ha habido alguna petición especial?
-El 13 es la terminación más solicitada, aunque es un número que siempre se pide mucho, no solo este año.
-¿Qué espera para hoy?
-Dar el premio mayor. Para mí sería es la segunda vez. En Navidad del 2007 dimos 35 millones de euros, que no es ninguna broma. Lo que más me gusta de este trabajo es que haces feliz a mucha gente. Aunque a ti no te toque, el hecho de que tus clientes estén contentos ya te satisface. Además, ya dimos dos premios importantes y dicen que no hay dos sin tres...
-¿Desde cuándo se dedica a comercializar lotería y otros juegos de azar?
-Nosotros tenemos la administración desde 1946. Mi padre, Eugenio Corredoira, tuvo la primera que hubo en toda la Costa da Morte. De hecho, en 1996 celebramos el 50 aniversario de la creación de las quinielas. Nosotros empezamos precisamente con ellas y por eso acompañé a mi padre a Madrid, para recibir un premio por ello. Estamos desde el primer día que hubo quinielas en España.
-¿Dónde tenían el despacho?
-En la calle del Sol, aunque hace ya más de treinta años que nos trasladamos a la calle de la Estrella. Desde que nací estoy metida en esto.
-¿Cuánto hace de eso?
-Soy mayor de edad...
-¿Continuará la tradición después de usted?
-Nunca pienso en dejar esto, me gusta mucho. Es un trabajo muy bonito, que da muchas satisfacciones. Cuando le toca a alguien es como si te tocara a ti.
-No parece que tenga intención de abandonar su puesto para descansar o disfrutar de tiempo libre.
-Aunque no trabaje puedo seguir al frente. No tengo intención de dejar la administración. Esto me encanta, es un trabajo muy agradable.
-¿Tiene empleados que la ayuden con esta labor?
-Sí, porque es un trabajo muy esclavo, tienes que estar todos los días. De hecho, ayer estuvimos todo el día, hasta las diez de la noche, para atender a los compradores de última hora.
-Además de los premios en la lotería, supongo que también darían otros en la quiniela y en otros juegos.
-Sí, y fueron importantes. Recuerdo que al principio dimos uno de tres millones de pesetas, que en aquel tiempo era muchísimo dinero. También entregamos el Euromillones. Esta administración ha sido afortunada siempre.
-Eso es fundamental en un negocio como este.
-Nosotros vendemos mucho para fuera de Carballo, para el resto de España, también en Reyes. Hay gente que viene buscando números concretos y otros que nos compran de toda la vida. Yo tengo clientes de muchísimos años que pasaron una vez por aquí y ahora repiten en los sorteos importantes.
-¿Qué le parece que ahora haya tantos juegos de azar?
-Muy bien, porque la gente tiene muchas más posibilidades. Lanzan novedades y los clientes prueban.
-Es una buena forma de salir de la crisis.
-Sí, porque con un euro te pueden tocar millones. Pasa con la Primitiva o con la Bonoloto.
-¿Cómo eligen sus clientes los números?
-No suelen contarlo, pero hay de todo. Lo más normal es que lo hayan soñado o que coincida con alguna fecha señalada, como un nacimiento.
-¿Recuerda alguna anécdota o petición especial?
-No, nada de particular. La gente no suele contar este tipo de cosas, y la verdad es que tampoco las preguntamos.