Arte y gastronomía se aliaron en dos grandes fiestas

p. blanco / á. palmou

CARBALLO

ANA GARCIA

21 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

1No hay duda. La capacidad de convocatoria, tanto de público como de formaciones, acabarán por erigir el Certame de Corais Costa da Morte -de hecho, ya se ha calificado así alguna vez- como el mayor festival de polifonía de la comarca. Ayer se celebraba la cuarta edición de la cita, organizada por la asociación Neria y por la coral Xan Mella de Baio, que dirige Tatiana Pankrátova. Arduo trabajo de organización recayó, también, en Antonio Díaz Amor, presidente de la formación anfitriona. El Concello de Zas puso también de su parte para que este festival pueda llevarse a cabo. Entre el público, precisamente, estaba el alcalde, Manuel Muíño. La cita reúne a personalidades del mundo asociativo de la comarca, como José Gabín, presidente de la Federación de Empresarios Costa da Morte (Fecom), otro de los asistentes.

Este certamen de corales es una oportunidad de compartir aprendiendo. Se ven detalles. Se crea equipo. Ayer, en la iglesia nueva de Baio, fueron siete las agrupaciones que lucieron sus voces: la Atalaia de Laxe (dirige María Teresa López), la Virxe da Barca de Muxía (con Rosario Vázquez al frente), la Don Diego de Muros (su director es Domingo Barreiros), la coral de la Escola de Música de Carnota (guiada por Ramón Rodríguez), la de Cesullas (dirigida por Teresa Facal), la Airiños de Quenxe de Corcubión (también dirigida por Teresa López) y la Xan Mella, anfitriona. Cada una de ellas interpretó tres piezas (una en gallego). La cita de ayer culminó con un aperitivo para todos los asistentes al certamen.

Cochiños en Malpica

2También hubo ayer música en Malpica, pero en este caso los artistas tuvieron que competir por el interés y la atención de los presentes con el plato estrella de la jornada, el cochinillo. Tras un par de años de parón, los responsables de la Asociación de Veciños Río de San Antonio, que preside José Rogelio Varela y de cuya directiva forma parte también, entre otros, José Manuel Pérez Veres, decidieron que había llegado ya el momento de recuperar su sabrosa y calórica Festa do Cochiño. Armados de buen humor, de muchas ganas de pasarlo bien y de hacérselo pasar también al resto de los habitantes del barrio malpicán, y de unos cuantos kilos de cochinillo, la entidad convirtió el entorno del campo de fútbol de A Pedra Queimada en escenario de una gran fiesta por la que pasaron varios centenares de personas. Una de ellas fue el concejal Alfredo Cañizo, que, ejerciendo de orgulloso abuelo, no dudó en catar el rico manjar preparado en compañía de nieto Hugo. Las talentosas integrantes del grupo de gaitas de la asociación Malante se encargaron de abrir el apartado musical de una jornada que se prolongó durante toda la tarde bajo la carpa colocada para la ocasión y a la que tenían previsto sumarse los miembros de la divertida y ubicua banda laxense O Tren da Unha.