Buño va más allá del botijo

M. V. M. CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Jarrones de Mindiringuín.
Jarrones de Mindiringuín. casal< / span>

Los oleiros, como los artistas supersticiosos, se resisten a adelantar cuáles serán las novedades de la Mostra da Olería, que se inaugura el viernes

01 ago 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

«Deus nos colla confesados», resumía con ironía Suso de Mindiringuín para explicar cómo se encontraban ayer los oleiros de Buño a dos días de la inauguración de la 29.ª edición de la Mostra da Olería. «Hai moito medo e un desánimo xeral, igual que na sociedade», añadía Eloi Mancebo, de Feituras. Él y sus compañeros no pueden dejar de mencionar a la crisis y cruzan los dedos para que los malos augurios no se cumplan, igual que ocurrió el año pasado. «Levamos tres anos dicindo que as cousas non irán ben, pero o certo é que despois todo discorre moito mellor do esperado», confiesa Eloi mientras muestra una de las novedades que llevará a la Mostra de este año. Se trata de unas pequeñas cajitas con forma de vaca y de muñeca que, explica, puso a la venta hace unas semanas «e están tendo moito éxito». Aunque asegura «cada mostra é distinta e nunca se sabe o que se vai vender mellor», Mancebo, como muchos de sus compañeros, apostará este año por las piezas más pequeñas y, por tanto, más baratas. «A crise afecta a todo o mundo e ninguén está disposto a pagar xa grandes cantidades. Todo que non suba de vinte euros, como os aneis, os colgantes ou os xogos de chupitos véndese moi ben», cuenta el oleiro.

«Cada ano é diferente e nunca sabes que é o que máis lle vai gustar a xente, así que tés que ter de todo», añade Carmen Isabel Labrador, presidenta de la Asociación Oleira y responsable de O Falsete, donde pueden encontrarse todo tipo de originales piezas, como meninas o marcos de fotos y espejos que elaboran al gusto del cliente. Este año, además, han apostado por las flores de gran tamaño y de vivos colores, perfectas para decorar jarrones. «Todos os anos innovamos, porque moita xente repite a visita e non queren levar sempre o mesmo», dice Carmen Isabel, que se resiste, como sus compañeros a adelantar mucho más sobre las novedades que llevará a la Mostra da Olería, que abrirá sus puertas este viernes, a las cinco de la tarde. «O que si está claro é que antes os turistas levaban pezas para eles, para os familiares e para os amigos, pero agora compran só para eles», se lamenta la presidenta de los oleiros.

«Un ano normal, un día de verán tería que haber nos nosos talleres quince ou vinte persoas, pero hoxe non hai ninguén», se lamenta Suso de Mindiringuín, quien este año, dice, llevará a la Mostra todo tipo de objetos. Desde gallos y coloridos jarrones de esmalte, que pueden comprarse por menos de 20 euros, hasta reproducciones del Guernica, a un precio de 300. «Nunca sabes o que vas vende mellor, así que hai que ter de todo».

Lo mismo hará Antonio Pereira, O Rulo, que ayer metía en el horno las últimas piezas. Entre ellas divertidos galiños de chifre, pequeños silbatos con forma de ave. «Eu este ano aposto polas pezas máis tradicionais», explica sin adelantar mucho más. Lo que esta claro es que a partir del viernes en Buño habrá mucho más que botijos.