As Salgueiras permite que niños de Cáritas perciban el sentido de la biofilia
CARBALLO
Una vez vencidos la sorpresa y los recelos iniciales, la treintena de niños de un grupo organizado por Cáritas que visitaron ayer la finca de la Fundación As Salgueiras en A Laracha, empezaron a moverse entre los animales e interactuar con ellos como si llevaran haciéndolo toda la vida. Los caballos, los asnos, la mula y las vacas cachenas, que se mueven con libertad por más de 30 hectáreas de terreno, también recibieron a los escolares, como un grupo más de los que habitan en el entorno.
La escenificación de la biofilia, ese necesidad de los humanos de entrar en contacto con el resto de especies, que preconiza la fundación y su promotor, el empresario Manuel Iglesias, no pudo ser más perfecta.
Con el apoyo de los monitores y las explicaciones de la veterinaria y experta en etología -comportamiento animal- Begoña Sendón, los niños comprobaron de primera mano cual es la dinámica de una manada, las relaciones que se establecen entre sus integrantes y, ante todo, recibieron una lección magistral de respeto por el medio ambiente.
Sendón y su compañera, la psicóloga Iris Ramos, les enseñaron a los chavales, desde una óptica lúdica, las características propias de cada raza y que los humanos solo son otra pieza más dentro de ese ecosistema.
«Los caballos, aunque no ven a tanta gente todos los días, ya están acostumbrados. Además, viven en un ambiente de libertad y no sienten miedo, con lo que lo que hacen es acercarse a los niños por curiosidad», señala la veterinaria, quien destaca la fácil conexión que se establece entre los pequeños y los animales «que se guían mucho por las expresiones corporales y al no ver carreras ni gritos se dejan acariciar».
Como culminación de las explicaciones, los participantes tuvieron la ocasión de guiar ellos mismos a los ponis hasta las cuadras, cepillarlos, darles de comer y comprobar de una manera completamente intuitiva sus reacciones ante los diferentes estímulos. Cuestiones todas ellas, que en opinión de las expertas, contribuyen y mucho al desarrollo cognitivo, no solo de los niños con necesidades educativas especiales, sino también de las personas mayores que participan en las actividades de As Salgueiras.