Una familia de Carballo indaga la muerte de su bebé en 1974

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

JOSE MANUEL CASAL

El caso, plagado de contradicciones, está denunciado ante la fiscalía

10 abr 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El 6 de agosto de 1974, en torno al mediodía, nació en el hospital de la Seguridad Social de A Coruña, hoy materno Teresa Herrera, un niño, hijo de Andrés García Lamas y María del Carmen Marta Trabadela. La madre había acudido sola. A las pocas horas, alguien del personal le dijo que el bebé había muerto. No se lo dejaron ver, ni a ella ni al padre, camionero, que llegaría al día siguiente. Incluso tuvieron que pagar mil pesetas para los gastos del entierro.

Sin embargo, casi cuarenta años más tarde, la familia, que reside en Carballo, está investigando si aquello que se les contó era cierto o no. De momento ya han dado parte de lo sucedido a la fiscalía, y están a la espera de sus actuaciones.

La historia había quedado aparcada como recuerdo de un luctuoso suceso familiar. Sin embargo, hace 20 años se reactivó, cuando en casa se presentó una pareja de la Guardia Civil preguntando por «Andrés García Marta»: cumplidos los 18 años, tenía que ir a filas. La familia, atónita, le explicó lo que pasaba y los agentes les dijeron que no se preocupasen, que se hacían ellos cargo, señala Nuria García, hija de Andrés y María y principal artífice de la búsqueda.

Veinte años después de aquella visita, y a la vista de todos los casos que se van conociendo por España (en la comarca se destapó hace un año otro caso similar con una pareja de Cabana), han retomado las investigaciones.

Sin cuadrar

Nuria ha visto que algunos hechos no cuadran. Por ejemplo, que pese a que su madre dio a luz a mediodía, en los papeles del parto aparece como si fuese de noche. Que no le dejaran verlo ni le dieran explicaciones. Que en ningún caso se redactó un parte de defunción, y en el libro de familia aparece inscrito como tal, aunque tachado con una cruz. Tampoco hay legajo de aborto, aunque consta una entrada del día 9 en el cementerio de San Amaro a nombre de la madre. «¡Pero el día 9 no estaba inscrito, se inscribió el 17!», señala Nuria, que exhibe toda la documentación de la que dispone.

Otro misterio es la manera en la que se redactó la partida, a cargo -al parecer- de una persona relacionada con la empresa en la que trabajaba el padre. Fue, supuestamente, el que dio las indicaciones para que el niño se llamase Andrés, como el progenitor, aunque estos son temas que aún están pendientes de aclarar.

La hija y supuesta hermana también quiere saber qué pasó con el expediente de quintas: obviamente, Andrés no se presentó a filas, así que alguna autoridad tuvo que realizar actuaciones en uno u otro sentido. De momento ha recibido una llamada de la fiscalía, pero solo para cotejar los datos del DNI. «Yo quiero saber lo que ha pasado, si está vivo o no lo está», explica Nuria García, que invierte su tiempo en la búsqueda.