Un ingenio de I+D chequeó las alternativas a la vía de Barbanza

Ramón Ares Noal
Moncho Ares RIBEIRA

CARBALLO

Es un vehículo que analizó el estado de más de setenta kilómetros de carreteras El vial comarcal ya está siendo acondicionado para soportar el tráfico de la comarca

08 abr 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

La Consellería de Política Territorial echó mano de un ingenio de I+D, desarrollado por la empresa Enmacosa, con sede en Portonovo, con el fin de conocer la capacidad que tienen las carreteras secundarias de Barbanza para soportar el tráfico que circula habitualmente por la vía autonómica, ante la necesidad de verse obligada a cerrar la principal arteria de acceso a la zona a consecuencia de la construcción de la autovía. La inspección se desarrolló, a lo largo de 74,7 kilómetros, en las carreteras AC-305 (39,68 kilómetros) y AC-550 (2,1), y de las diez entradas y salidas de la infraestructura afectada por las obras (sumaron 32,92 kilómetros). El sistema de chequeo está integrado por un programa informático y un turismo. El coche tiene incorporado un GPS, una cámara adaptada para la toma de imágenes panorámicas, un sensor de vibraciones, también exclusivo, y un peraltímetro. Con todos estos elementos, Política Territorial se hizo con una información detallada del estado de las carreteras que podrían dar servicio alternativo en caso de producirse el cierre de la vía autonómica. Probablemente fueron estos datos y, lo que es más importante, el calado de las obras que hay que afrontar para desdoblar la arteria, lo que alentó a la Xunta a optar por interrumpir el tráfico en la carretera de alta capacidad, en lugar de los cortes determinados que en principio preveía aplicar. De hecho, el primer cierre prolongado se producirá a partir del 21 de este mes y afectará al tramo comprendido entre Boiro y Lestrove. El vial antiguo ya está siendo acondicionado para soportar el tráfico intercomarcal de los municipios de Ribeira, A Pobra, Boiro, Rianxo y Dodro. En la actualidad, se está dotando de una nueva capa de rodadura, cuyas obras empezaron en Lestrove y ayer mismo estaban a la altura de Bexo. Seis días Enmacosa empleó seis días para chequear exhaustivamente los enlaces de la vía autonómica y la carretera comarcal. El vehículo registró datos a lo largo de una jornada, aunque el informe inicial fruto de esta inspección se centró en determinados detalles, dejando fuera la recopilación del peraltímetro y el sensor de vibraciones. Posteriormente, fue un equipo de técnicos en persona el que completó la inspección a través de una labor en la que emplearon cinco días alternos, entre los meses de febrero y marzo. Enmacosa ideó el «coche fantástico» a partir de un proyecto desarrollado por el departamento de I+D de la propia empresa, para el que contó con una subvención de la Consellería de Industria en el año 2002. El vehículo fue concebido inicialmente para establecer un baremo de accidentalidad en las carreteras y, con todas sus prestaciones, disponer de un análisis sobre el estado de las vías alternativas de forma inmediata. El objetivo empresarial era tener un medio ágil y eficaz para chequear la red gallega del Ministerio de Fomento que permitiera a Enmacosa calcular las condiciones de seguridad de un determinado trazado, aportando así un valor añadido a los informes que emite en su condición de asistencia técnica en la construcción de viales. Para lograr el ingenio, un equipo dirigido por Luis Nieto se centró en conseguir un equipamiento que pudiera suministrar datos geométricos de las carreteras, como planta, alzado y sinuosidad; el estado del firme, la idoneidad del peralte y la recopilación de fotografías que aportaran más detalles de la infraestructura.