Unas obras cuyo retraso saca de quicio a los vecinos de Aguiño

P. Bretal RIBEIRA / LA VOZ

RIBEIRA

CARMELA QUEIJEIRO

La carretera carece de señalización viaria, hay postes en la calzada y la maleza crece en espacios destinados
a los árboles

29 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Llevan cerca de un año para arreglar la carretera y sigue sin pintar. Esta situación puede generar accidentes, de hecho, el otro día a una amiga mía le arrancaron el espejo retrovisor por la falta de espacio en la calzada», estas palabras pertenecen a una vecina de la parroquia ribeirense de Aguiño, que desde hace 14 años utiliza con frecuencia la calle Francisco Lorenzo Mariño. Un vial en el que no dejan de sucederse las obras. Por un lado, una actuación de la Diputación y, por otro, trabajos relativos a la red de la EDAR.

De forma genérica, el principal problema con el que conviven los aguiñenses en este entorno es el de que la carretera continúa sin que se haya pintado la señalización. Este hecho se suma a que se han ampliado las aceras en la margen que cuenta con plazas de aparcamiento y, al no existir marcas en la calzada, los conductores no saben cuáles son las dimensiones de los carriles por los que circulan.

Por si fuera poco, varios postes continúan en su emplazamiento original, sin que hayan sido retranqueados. Es decir, algunos se encuentran en el arcén y otros en la propia calzada. Es necesario destacar que, para evitar hipotéticos incidentes, han sido balizados con elementos de seguridad vial, como señales de tráfico o barreras de plástico.

Pasos elevados

«Aquí ninguén sabe onde vai aparcar porque está sen pintar, os pasos elevados que se prometeron para que os condutores reduzan a velocidade tampouco están feitos, así como a instalación eléctrica e telefónica, que estaba pensada para ir soterrada», explicó un vecino que lleva viviendo 50 años en la calle Francisco Lorenzo Mariño, para sentenciar: «Pedímoslle ás autoridades competentes que dunha vez por todas arranxen isto, porque estamos cansos».

Y lo cierto es que la construcción de los pasos elevados en la carretera y la supresión de las redes aéreas de suministro a las que hacía alusión el aguiñense continúan sin materializarse. En su lugar sí que se han habilitado pequeñas rampas de acceso en las aceras, aunque hay que decir que son de hormigón.

Por otra parte, en la margen que fue levantada recientemente para una actuación relativa a la red de saneamiento han quedado espacios de tierra en los que presumiblemente deberían haberse plantado árboles, pero en los que crece la maleza y, en varios casos, hasta verdura.

La reforma de la travesía Francisco Lorenzo Mariño, una de las arterias de entrada a Aguiño, está sufragada por el ente provincial que, por ahora, no ha concretado cuándo culminarán las obras que faltan, entre las que también figura, según indicaron fuentes municipales, un pequeño tramo de aceras.