Los nacimientos repuntan, pero la crisis demográfica sigue agravándose

RIBEIRA

MATALOBOS

Ningún concello de la zona barbanzana registra un saldo vegetativo positivo

20 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) con respecto a los nacimientos y defunciones registrados en España traen una de cal y otra de arena en lo que se refiere a la comarca. La buena noticia es que el número de alumbramientos registrados aumenta, sin embargo, ese repunte no es suficiente para arrojar un saldo vegetativo positivo. Al contrario, la crisis demográfica sigue agravándose.

Las estadísticas dadas a conocer por el IGE la semana pasada corresponden al cierre del año 2015, un ejercicio en el que vinieron al mundo 838 niños, 64 más que en el período anterior. El aumento más llamativo se da en Noia, donde hubo 132 nacimientos, 45 más, mientras que en Boiro, Carnota y Ribeira el número de alumbramientos también creció. Por su parte, en tres municipios, Lousame, Mazaricos y Porto do Son, se registró exactamente la misma cifra de recién nacidos que el año anterior, mientras que la nota negativa la ponen Muros, Outes, A Pobra y Rianxo, donde descendió.

Sin embargo, el balance global positivo no basta para contrarrestar el efecto de la abultada cifra de fallecimientos, que alcanzaron los 1.428, un centenar más que el ejercicio anterior. Por lo tanto, el crecimiento vegetativo del área barbanzana sigue siendo negativo, y no solo eso, la brecha entre nacimientos y defunciones sigue agrandándose. De hecho, no hay ni un solo municipio de la zona que presente un saldo positivo, y los decesos superan en 590 a los alumbramientos, una diferencia que no ha hecho más que aumentar en los últimos años.

En cuanto a los datos por ayuntamientos, Rianxo es el que sale peor parado al registrar el mayor saldo negativo, seguido de cerca por Outes y Porto do Son. Los mejores datos, o los menos malos, son los de Lousame, con 35 muertes más que nacimientos.

Recuento histórico

Esta tendencia demográfica no es una novedad en la comarca, sino que se viene manteniendo en el tiempo y agravándose de forma más o menos acusada. El crecimiento vegetativo negativo es una constante en las dos últimas décadas ?desde que existen estadísticas?, y, si en 1996 municipios como los de Ribeira y Rianxo aún registraban más nacimientos que defunciones, esto no ocurre ahora. Hay que remontarse al 2010 para encontrar un ayuntamiento con saldo positivo, Boiro, y paradójicamente, ese fue el año en el que más se acrecentó la brecha demográfica con respecto al año anterior.

Entonces morían 457 personas más de las que nacían, una cifra que ha ido creciendo ejercicio tras ejercicio hasta situarse en las 590 de la última estadística.

Las ayudas para fomentar la natalidad brillan por su ausencia

A pesar de que, aunque repuntan los nacimientos, el saldo demográfico continúa siendo negativo, los concellos ni tienen ni, en la mayoría de los casos, prevén la creación de ayudas para fomentar la natalidad. En lo que insisten los alcaldes cuando se les pregunta es en la necesidad de favorecer la fijación de población mediante deducciones de impuestos y la prestación de servicios que ayuden a la conciliación.

Uno de los regidores que hablaba en este sentido es Luis Oujo, que garantizó que no se subirá ningún impuesto para favorecer que vecinos que trabajen en otros municipios sigan viviendo en el término sonense. También el mandatario rianxeiro hablaba de medidas para favorecer la conciliación, como el mantenimiento de las escuelas rurales, mientras que el noiés sí tiene previsto conceder algunas ayudas. En los presupuestos del 2017 se reservará una partida para habilitar subvenciones dirigidas a las familias que quieran acceder a las guarderías, así como otras que se darán en caso de nacimientos múltiples de más de dos niños.