Las voces de una parte

Ana Gerpe Varela
Ana Gerpe CRÓNICA

RIBEIRA

03 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque hace dos semanas que finalizaron las pruebas de peatonalización en el casco urbano de Ribeira, los planes del Ayuntamiento de Ribeira para, en un futuro todavía por determinar, reducir la presencia de coches para que los transeúntes tengan mayor protagonismo todavía están dando mucho que hablar. Si se tienen en cuenta las voces que sonoramente se han escuchado durante las últimas jornadas, puede parecer que todos o la gran mayoría de los comercios afectados son contrarios a la peatonalización. Sin embargo, no es así. Hay un número significativo de propietarios de negocios que sí apoyan la medida o que, por lo menos, quieren darle una oportunidad y consideran acertado que se hagan unas pruebas. Pero estos empresarios que no ven un monstruo en la peatonalización mantienen sus voces en silencio porque, afirman en círculos cerrados, no quieren enemistarse ni tener problemas con los regentes de otras tiendas, la de al lado o la de enfrente, que sí se oponen rotundamente. La propia asociación de empresarios es conocedora de este hecho.

Cosa curiosa esta, en la que en lugar de favorecer la existencia de un debate unos decidan autoaplicarse la ley mordaza, incluso antes de su aprobación en el Parlamento. ¿Qué pasa con esto de las peatonalizaciones que allá donde hay discrepancia solo se escuchan las voces de los disconformes? ¿Acaso estos que discrepan pero no se atreven a manifestarse también le preguntan al de la tienda de al lado o a la de enfrente cuánta y qué mercancía deben comprar o cómo deben decorar sus escaparates? ¿Acaso no les preocupa el futuro de sus negocios y prefieren que sean las voces de quienes sí optan por manifestarse quienes decidan?

Situación curiosa esta en la que en un teórico plano de igualdad, algunos optan por callar y dejar que solo se escuche una voz, cuando sería mucho más constructivo para todos que hubiera pluralidad de opiniones. Resulta difícil saber qué tipo de sociedad puede construirse cuando una parte de los implicados en una decisión que les afecta de forma directa eligen ocultarse. ¿A qué temen tanto?

Desconozco si finalmente se llevará a cabo la peatonalización o si acabará como los lectores de matrículas de la calle Galicia, que se han puesto por si acaso y no se sabe si quienes ven que por esa calle, en teoría peatonal, transitan más vehículos de los autorizados quieren que se pongan en marcha o no. Sí se sabe quienes están en contra de que se pongan en funcionamiento porque, una vez más, no han dudado en dejar clara su opinión.

Sin ánimo de incitar, sí cabría reflexionar sobre el modelo de implicación social que algunos quieren tener.