Las rías de Arousa y Muros-Noia se libraron de sentinazos el último año

Javier Romero Doniz
J. Romero RIBEIRA / LA VOZ

RIBEIRA

Los únicos vertidos que detectó Salvamento fueron orgánicos y procedían de aliviaderos

19 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima, conocida como popularmente como Salvamento Marítimo, está a las puertas de hacer pública su memoria de actividad del año pasado. En ese trabajo, que saldrá a la luz próximamente, podrán analizarse los datos que competen a la actividad desarrollada desde el Centro de Control de Salvamento Fisterra, ubicado en lo más alto del monte Enxa, en Porto do Son, y que da cobertura a los 1.498 kilómetros que forman la costa gallega y al corredor marítimo que atraviesa en paralelo el litoral autonómico. Pero más allá de los datos globales que recogen lo ocurrido en el litoral gallego, y concentrando la atención en Arousa y Muros-Noia, se concluye que a lo largo del 2015 no atendió ningún sentinazo en estas dos rías.

El encargado de poner voz a estos datos es Manuel Iglesias, jefe del Centro de Control de Salvamento Fisterra, que ayer explicaba que, por suerte, el año pasado no recibieron ningún aviso por un vertido de buque, conocido también como sentinazo. Tampoco durante las inspecciones que realizan los helicópteros se localizó ningún vertido que procediera de estos barcos pesados que, en el pasado, sí aprovechaban su paso por esta franja de las Rías Baixas para soltar lastre en forma de combustible o de otros elementos químicos que resultan especialmente nocivos para la flora y la fauna marina.

Lo que sí se siguen atendiendo son incidencias provocadas por vertidos de tipo orgánico que proceden del saneamiento de algunos ayuntamientos de las dos rías: «Los sentinazos son cada vez menos, hasta el punto de que el año pasado no tuvimos que atender ninguno».

El problema actual

Otra cosa diferente son los líquidos que proceden de emisarios que, aunque no son alarmantes, se detectan algunos de forma espaciada en el tiempo, «pero su grado de incidencia en el mar es mucho menor que el de los sentinazos», recalca Manuel Iglesias.

Lo que sí atendió Salvamento Marítimo, pero en contadas ocasiones a lo largo del 2015, fueron vertidos de origen desconocido, que tampoco generaron demasiados contratiempos, pero que sí causaron perjuicios a la zona costera donde fueron localizados. Una de las razones que ha permitido disminuir drásticamente el número de problemas medioambientales es la presión que se ejerce, desde el 2008, por vía aérea con helicópteros. Es más, ayer explicaban en Salvamento Marítimo que se realizan una media de 20 salidas de este tipo al mes, lo que, sin duda, ha generado un efecto disuasorio que permite mantener las rías de Arousa y Muros-Noia en mejor estado de conservación.