Las romerías muestran su tirón a lo largo y ancho de la comarca

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro RIBEIRA / LA VOZ

RIBEIRA

Primeros bailes en Ribeira.
Primeros bailes en Ribeira. gerpe

La fiesta de A Milagrosa en Montaña y A Saúde en Ribeira suman adeptos año a año, en lo pagano y lo profano

02 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Quien crea que las romerías tradicionales están condenadas a morir no conoce el calendario festivo barbanzano. Dos celebraciones, a falta de una, ponían en evidencia ayer el tirón que siguen teniendo este tipo de citas en la comarca, no solo en el ámbito más rural sino también entre los capitalinos.

La romería de A Milagrosa en Montaña y la de A Saúde en Ribeira suman adeptos año a año, tanto en lo pagano como en lo profano. En Boiro estaban, además, de estreno. Este año salió una imagen de san José acompañando a la de la virgen local, ambos sobre una nueva estructura de madera. En su recorrido hasta el núcleo de viviendas fueron arropados por cerca de doscientas personas que, tras el acto religioso se sumaron una tradición profana igual de arraigada en Galicia, la del buen comer.

Una degustación de empanada, mejillones y oreja completaban la fórmula de éxito que hace que la romería de A Milagrosa siga siendo una tradición viva.

Aunque hace apenas tres años que se recuperaba en la capital barbanzana la romería del Cruceiro da Saúde, impulsada por un grupo de vecinos, el ambiente festivo volvió a inundar la calle peatonal ribeirense y fueron muchos los vecinos que acompañaron a la virgen en su reencuentro con las calles de la ciudad. Más tarde, el grupo Platinum conseguiría, a base de boleros y hasta un vals, que se lanzaran a la pista los críos y la gente mayor.

Los más jóvenes tendrían también su momento de protagonismo por la tarde, con hinchables, una clase abierta de zumba en plena calle y la última noche de verbena. Las romerías barbanzanas pusieron así de manifiesto su buen estado de salud.