Los dos únicos tramos peligrosos están en la AC-543 y en la CG-1.5 entre Noia y Brión
02 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La red de carreteras, incluyendo las secundarias, que hay en la comarca de Barbanza y su zona cuentan con todos los requisitos para ser seguras. Así lo certifica la Dirección General de Tráfico (DGT) en un informe que salió a la luz en los últimos días y que deja en buen lugar el mantenimiento del grueso de estos viales, ya que cada año necesitan ser sometidos a diferentes actuaciones por el desgaste al que están expuestos.
Dentro de este escenario positivo hay que destacar la existencia de dos tramos peligrosos en la comarca. La DGT, en su informe, cifra en 125 los trayectos de riesgo en toda la geografía autonómica, de los que dos están en el entorno de Noia. Se trata de la AC-543, concretamente entre el punto kilométrico 7,33 y el 31,64, lo que hace un total de 24,31 kilómetros con peligro para los usuarios.
El segundo trayecto que la DGT señala está en el corredor de Noia (CG-1.5), exactamente entre los puntos kilométricos 15,76 y 26,78, lo que suma un toral de 11 kilómetros que implican peligro para las personas que hagan uso del vial, que es uno de los últimos que se construyó en la comarca.
Los criterios
La DGT pone de manifiesto que, a pesar del extenso y complejo mapa de carreteras convencionales que existen en Barbanza y su zona, no puede negarse que en líneas generales están en buen estado de conservación. Dicho esto, la duda surge al intentar entender por qué la DGT señala que los tramos citados de la AC-543 y CG-1.5 implican riesgo. Las fuentes consultadas indican que esa «etiqueta» responde principalmente al número de accidentes, incluyendo los leves o sin heridos, que se registran cada cierto tiempo y que son cifrados para actualizar la base de datos de manera periódica.
En el caso del corredor entre Brión y Noia ?cuyo mantenimiento es periódico al tratarse de una vía de alta capacidad que da continuidad a la autovía entre Brión y Santiago? todavía sigue pesando el accidente con cuatro muertos que se registró en noviembre del 2014. Aquí también hay que valorar las numerosas llamadas que, desde hace varios años, se dan de forma periódica por la presencia de animales sueltos atravesando la calzada y que también ocasionaron algunos accidentes.
Menos intensidad
El caso de la AC-543 resulta muy curioso, ya que este vial comarcal perdió densidad de tráfico desde que entró en funcionamiento el citado corredor de Noia. En esta carretera, más que accidentes, lo que hay son sanciones por exceso de velocidad. Los motivos que responden a esta situación son dos: el primero es la falta de usuarios, como ya se dijo, que propicia el segundo, que son las imprudencias al volante al superar la velocidad permitida muchas veces en núcleos poblacionales en los que el límite está fijado en 50 kilómetros por hora.