Dos de cada diez alumnos de la zona realizan sus estudios en centros concertados 

RIBEIRA

MARCOS CREO

Las crisis económica y demográfica ha precipitado una caída en la matriculación

14 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos de cada diez alumnos barbanzanos estudian en centros concertados. En cifras totales, el porcentaje equivale a 2.505 jóvenes, de los 14.111 chavales que hay escolarizados en infantil, primaria, secundaria y bachillerato. Sin embargo, según informan desde los equipos directivos de los centros bajo concierto, la crisis ha precipitado una caída en la matriculación motivada por la baja natalidad, el retorno de inmigrantes a sus países de origen y, en menor medida, problemas económicos.

El dato cambia completamente si se analizan únicamente las cifras de Ribeira y Noia, localidades donde se ubican prácticamente la totalidad de colegios concertados de la zona. En ambos municipios, el porcentaje asciende hasta el 40%. En el ribeirense, de los 3.886 menores escolarizados, 1.551 lo están en centros de este tipo. En Noia, de 2.092 jóvenes, 850 estudian en centros bajo concierto educativo. 

Sin embargo, incluso en estas localidades reconocen una caída en el número de inscripciones. En la mayoría de casos, desde las directivas aseguran que el auge económico motivó las matriculaciones, viéndose obligados a aumentar en los primeros cursos el ratio de alumnos y el número de aulas. 

En Ribeira y Noia, un 40% de los jóvenes estudian en colegios bajo concierto educativo

Desde los colegios ubican el comienzo de los problemas en el curso 2011-2012, momento en el que la crisis se mostró con mayor crudeza. En los centros consultados reconocen una caída en el número de alumnos inscritos, aunque aseguran que la peor época ya ha pasado. 

El motivo de la bajada

Una de las razones que apuntan los equipos directivos para explicar esto es la acentuada caída de la natalidad por el bache económico, aunque hay quien afirma que el golpe más fuerte fue el regreso de familias procedentes de América Latina y el norte de África a sus países de origen. En algunos colegios equivalían al 5% del total de los alumnos. 

El horario partido ayuda a los padres a conciliar la vida laboral con la familiar

Uno de los puntos fuertes que destacan desde los centros concertados son las facilidades para que los padres puedan conciliar vida laboral y familiar. Estos colegios aplican el horario partido, permitiendo que los alumnos estén en la escuela hasta las seis de la tarde. Esto favorece la gestión del tiempo a aquellos progenitores con poca disponibilidad horaria, al atender a los pequeños desde las ocho de la mañana hasta media tarde. 

Alargar la jornada es posible gracias al servicio de comedor, que también tienen muchos centros públicos, y a la hora adicional que aplican todos los centros bajo concierto y que los padres tienen que abonar de su bolsillo. Esta hora extraescolar es la principal diferencia con las escuelas privadas. Los alumnos de los concertados no tienen que pagar por la enseñanza reglada, ya que está subsidiada directamente por la Administración, pero sí deben abonar el precio de esa hora extra, siempre y cuando el niño la quiera realizar. 

Diversas procedencias

Centros educativos como el Jaime Balmes reciben alumnos de todos los puntos de la zona. Según explican, tienen alumnos que llegan de Ribeira, Boiro, Muros e incluso Rianxo. Afirman que es posible gracias al servicio de transporte escolar y a la buena fama que se ha granjeado el centro. 

Ocurre algo similar en el colegio Bayón, donde defienden que no han sentido la crisis con tanta crudeza. Explican que parte de la fortaleza de este centro se fundamenta en que formar parte de la institución se ha convertido en una tradición que va de padres a hijos. Por ello, cuando los pequeños aún no están en edad escolar los padres tratan de inscribirlos igualmente. 

Al igual que el resto de centros concertados, en el recinto ribeirense la jornada partida ayuda a que los padres se decanten por matricular a sus hijos allí en vez de optar por los colegios públicos, ya que tienen jornada continua y los niños salen normalmente a las 16.00 horas.