La ribeirense Elia Núñez está viviendo en una reconocida residencia para artistas ubicada en la capital de Islandia
30 sep 2015 . Actualizado a las 09:17 h.A un artista la inspiración le puede llegar en cualquier lugar. Unas veces aparece casi sin buscarla, pero en debe partir en su procura hasta los rincones más recónditos del planeta.
En Reikiavik, capital de Islandia, se encuentra la ribeirense Elia Núñez disfrutando de una estancia de tres meses en una residencia de artistas; la conocida como SIM Residency, dependiente de la Asociación de Artistas Visuales Islandeses. Las condiciones meteorológicas de esta isla situada en el extremo noroeste de Europa son duras, aunque Núñez asegura que «la vida fluye tranquilamente. Mi facilidad para adaptarme me ha permitido disfrutar desde el primer día de esta experiencia. Por el momento el tiempo está siendo bastante amable. Ha salido el sol algunos días de este mes, aunque son muy cortos».
Elia Núñez es una artista polifacética, ella misma se define como «una arquitecta artista o una artista arquitecta». En la capital islandesa participará en una exposición colectiva con otros alumnos de la residencia, en la que conviven personas llegadas de Canadá, Finlandia, Suecia, Bélgica, Estados Unidos, Holanda, Italia, Eslovaquia o Gran Bretaña. La barbanzana acudirá a la muestra con una pieza con la que ?dice? busca representar «la identidad del hombre contemporáneo, quien pasa la mayor parte de su tiempo conectado a sus pantallas prestando más atención a sus espacios en línea que a sus relaciones personales».
Pensando en el futuro
Elia ya está pensando en sus próximos proyectos. Entre ellos se encuentra una exposición que realizará en la galería La Doce, en Boiro, con obras que está creando en Reikiavik.
En relación con su práctica pictórica, Núñez destaca la «utilización de cosméticos como pinturas sobre diversos soportes», que dan un resultado que llama «pinturas de guerra». Este tipo de trabajos pudieron verse este mes en el centro social de Boiro, y durante las primeras semanas de su estadía en Islandia se dedicó a aumentar la producción de «pinturas de guerra».
Ser artista hoy en día no es tarea sencilla en ninguna parte del mundo, y esto es algo que Núñez pudo comprobar tras hablar con sus compañeros en la residencia: «Todos están de acuerdo conmigo en que ser artista en sus países de origen no es una cuestión sencilla y vivir del arte tampoco». Para lograr un mayor reconocimiento del gremio considera que «la educación es la base de todo, por ello es vital que la inversión pública esté garantizada y sea suficiente».