Celebrando la vida por la que María José ha luchado

RIBEIRA

CARMELA QUEIJEIRO

l sábado, en el restaurante Chicolino, se reunieron nada menos que 180 personas para celebrar sus 50 soplos de vida

06 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

A unque uno no trate a diario a María José Carreira, una luchadora que en Ribeira no necesita presentación, es fácil sentirse cómodo hablando con ella de algo tan duro como el cáncer. Se nota que lo ha tuteado, que sabe lo que dice cuando cuenta que la primera vez que lo sufrió no tuvo dudas de que saldría adelante, pero que cuando le tocó pelear de nuevo con la enfermad pensó en su madre y en los 50 años que nunca llegó a cumplir. Por eso, alcanzar el medio siglo era un hito para ella. Dio la batalla y acaba de coronar esa edad con salud de hierro. Ahora le toca disfrutar de la victoria. Y ha empezado a hacerlo a lo grande.

El sábado, en el restaurante Chicolino, se reunieron nada menos que 180 personas para celebrar sus 50 soplos de vida. Era una fiesta sorpresa, aunque la homenajeada algo sospechaba por una entrañable anécdota protagonizada por un amigo suyo, que se disculpó hace tiempo porque no podía acudir a la cita, aunque sí lo hicieron sus hijos. Dio igual. María José jamás se imaginó lo que se encontró al llegar, con los ojos vendados, al local boirense: «Me quedé sin palabras, fue algo desmedido, tremendo... Estuve hasta la madrugada muy emocionada, no podía creérmelo», recordaba ayer.

La fiesta cumplió todas las expectativas. Se comió, se bailó y se rio. María José se abrazó a todos y cada uno de sus amigos. Pero en especial a su marido, Pepe Vázquez, y a sus tres hijos Alejandra, Pepinho y Jaime Vázquez Carreira, con quienes disfruta ahora de cada instante; de esa vida por la que tanto luchó.