«Es esencial descubrir las raíces de nuestra comunidad parroquial»

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

RIBEIRA

Con motivo del 150 aniversario de la consagración del actual templo, consideró necesario recuperar los ocho siglos de historia de la congregación

29 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace 35 años que Cesáreo Canabal Castro ejerce como párroco en Santa Uxía y su ministerio coincide con la celebración del 150 aniversario de la consagración del actual templo, que sustituyó al que había en la plaza Compostela. Con motivo de esta efeméride, el sacerdote decidió que era el momento de echar la vista atrás para recordar cómo se fraguó la construcción de la iglesia, pero también cómo fue el nacimiento de la parroquia del que, según los documentos existentes, se han cumplido ocho siglos.

-Hace más de tres décadas que llegó a Ribeira y se han producido muchos cambios, ¿cuál ha sido siempre el pilar de su actuación?

-Mi gran empeño fue crear una comunidad de hermanos. Que hubiese unas relaciones humanas vivas y cristianas. Otra de mis preocupaciones fue la creación de un movimiento caritativo que llegase a todos. Para ello conté con el compromiso de muchos fieles y tengo que decir que se han producido actos de solidaridad cotidianos que debo calificar como heroicos. No me refiero a el apoyo cuando se ha producido alguna desgracia, sino en situaciones de la vida diaria.

-Fue, por tanto el artífice del nacimiento de Cáritas.

-Conjuntamente con un grupo de feligreses. Me siento muy satisfecho de Cáritas porque sus miembros colaboran de forma sobresaliente. El número de voluntarios se ha incrementado, pero tengo que decir que, sin embargo, no hay personas que quieran coger el testigo. Existe una falta de compromiso en ese sentido, pero es el signo de los tiempos.

-La organización también se adapta a los tiempos porque además de ayuda, ahora también ofrece formación.

-Comenzó teniendo un carácter asistencial, pero yo consideraba que tenía que dar un paso más. A principios de la década de los ochenta impartíamos clases de alfabetización, de las que se encargaban chicos que asistían a los cursos de confirmación, a personas de etnia gitana. En la actualidad también proporcionamos enseñanzas de ese tipo, ahora a marroquíes asentados en el municipio por motivos laborales. De las clases de los hombres se encarga Pedro Rovira y de enseñar a las mujeres, Loli Millán y Nita Vázquez. Yo quiero que ambos sexos asistan juntos, pero todavía no lo he conseguido. También nos preocupamos de favorecer la inserción laboral y hemos realizado talleres que incluían prácticas y teoría. Las necesidades son distintas en cada momento y hay que saber adecuarse. La entidad no puede ser meramente caritativa.

-En estos tiempos de distanciamiento entre población e Iglesia, usted también ha querido aprovechar el 150 aniversario para vincular a la ciudadanía con su parroquia.

-En los últimos años, la iglesia está sufriendo un abandono de la fe, pero yo considero que es esencial descubrir las raíces de nuestra comunidad parroquial.

-Sin embargo, no parece haber encontrado gran colaboración con algunas de las propuestas que se hicieron.

-La respuesta no fue tan gratificante como esperábamos. Sinceramente, sé que para muchos estoy muy visto y reconozco que a veces la gente puede sentirse herida porque tengo un carácter duro. No soy ningún santo.

-Pese ha todo a persistido en su empeño y pronto verá la luz una obra que recoge la historia de la parroquia.

-Han sido dos años de trabajo recopilatorio, coordinado por José María Fernández Pazos, que ha realizado un extraordinario trabajo. Tengo que decir que el libro, que ya está en la imprenta, no sería posible sin la colaboración de numerosas personas, que han colaborado y hecho posible que vea la luz. Yo considero que era necesaria una publicación de este tipo, y lo explico en un pequeño texto que aparece al principio del volumen. Opino que debe tenerse presente el pasado y es bueno que la gente conozca su historia.

-La gestación del libro ha sido un proceso laborioso.

-La verdad es que sí. La obra se estructura en dos partes, remontándose a los 800 años que, según los documentos existentes, tiene esta parroquia. Los datos indican que hay curas en esta parroquia desde 1607, anteriormente estuvo vinculada a Toxosoutos y a A Miserela. Este trabajo lo ha realizado un profesor de historia. También se habla en el volumen sobre la emisora parroquial que hubo en 1950 y sobre las relaciones entre la parroquia y la institución municipal. Desde luego, se relata la construcción del templo que fue consagrado el 20 de noviembre de 1864, después de cuatro años antes se constituyera la junta de edificación. Hay muchas cosas que es bueno que la gente conozca.

Cesáreo Canabal Castro sacerdote de Ribeira