Los «mirones» que salvaron un coche de morir ahogado

RIBEIRA

cedida

Vecinos de Ribeira tiraron de imaginación y fuerza para rescatar un vehículo que se empotró en un barco 

17 mar 2015 . Actualizado a las 07:55 h.

El domingo a última hora, un coche decidió darle un buen susto a su propietario en el puerto de Ribeira. Quizás porque no tenía el freno de mano puesto -esta circunstancia nadie lograba aclararla ayer-, en lugar de estarse quieto, el vehículo se empotró contra un barco y a punto estuvo de acabar en el agua. De hecho, probablemente, moriría ahogado de no ser por la intervención de un grupo de unas treinta personas que se juntaron en el lugar en cosa de segundos.

Combinando maña y fuerza, lograron rescatar el vehículo. Y, al principio, quedaron contentos. Pero luego se mosquearon. ¿Por qué? Porque lo que empezó, a decirse, e incluso se recogió en los medios, es que interviniera la Policía Local ante la mirada de decenas de curiosos. Ayer, pedían una aclaración y decían: «Ya sabemos que cuando hay accidentes suelen acudir mirones, pero nosotros no estuvimos mirando, actuamos. Seremos mirones, pero salvamos el coche, sino se caía al agua», insistían con una mezcla de ironía y cabreo.

Dos maniobras distintas

Al escucharles contar el operativo que pusieron en marcha a contrarreloj para salvar el coche, se entiende su mérito. Se les ocurrió saltar a bordo del barco, colocar unas estachas y empezar a tirar de él hacia tierra. Hicieron falta bastantes manos pero, al parecer, llegaron a sobrar. La embarcación, efectivamente, se movió y atrajo al coche hacia tierra. Completaron el rescate con una segunda maniobra: le ataron unos cabos al automóvil y tiraron de él hacia atrás. Vamos, que discurrieron y sudaron la camiseta por partes iguales. Defienden que cuando llegó la Policía Local el trabajo estaba listo. Y que los agentes, a los que habían pedido que llamasen a una grúa, no tuvieron que hacerlo finalmente.

Al preguntarle ayer al jefe de la Policía Local de Ribeira por los hechos, efectivamente, confirma la versión vecinal: «Pois si, o mérito, polo que teño entendido, é deles, que a verdade é que fixeron un bo traballo porque o coche quedou nunha situación moi complicada». Por tanto, lo mínimo era contar la maniobra llevada a cabo. Ya lo dice la tan mítica como antigua frase: Al César, lo que es del César.