Un inmueble para pilotar el comercio

RIBEIRA

La plaza de abastos se ha diseñado para que, además de un recinto de ventas, sea un lugar de esparcimiento que contribuya a la dinamización económica de la ciudad

12 mar 2015 . Actualizado a las 18:05 h.

La última planta proporciona una gran vista de la ciudad y de la ría FOTos

Un edificio de fisonomía innovadora, caracterizado por un recubrimiento blanco que transmite pureza, la que tienen los alimentos que se comercializarán dentro, coronado por una gran terraza que ofrece incomparables vistas a la ría y cuyas plantas interiores se comunican visualmente por un espacio central abierto. Esas son las señas de identidad de la nueva plaza de abastos de Ribeira, pensada para ser el timón comercial de la ciudad.

La planta baja albergará a los placeros que ya ocupaban el antiguo edificio. La primera y la segunda están reservadas para un supermercado o para el establecimiento de pequeños comercios, mientras que la tercera y la terraza tienen un fin lúdico y albergarán uno o varios locales hosteleros, desde restaurantes hasta cafeterías. No solo eso, sino que la intención del Ayuntamiento es que también pueda aprovecharse este espacio para la realización de muestras de productos.

En este mercado todo es posible porque se ha diseñado pensando en diversos usos y quienes lo gestionen podrán adecuar los espacios existentes según su conveniencia.

Estreno en Galicia

Además de un diseño rompedor, su fachada también es pionera. En el recubrimiento de la parte inferior se ha empleado un material de invención suiza, el swiss pearl, que se utiliza por primera vez en Galicia. Se trata de un componente especial para exteriores por su excelente comportamiento. También en la terraza se ha buscado conjugar la calidez de un material noble como la madera con la resistencia, por lo que se ha empleado un tipo especial, denominada cumarú, procedente de América central y del norte de la Amazonia, y que tiene de gran dureza.

La inversión realizada en la construcción del mercado de abastos asciende a 3.229.441 euros, financiados con fondos europeos Feder, así como con aportaciones de Industria y del Ayuntamiento de Ribeira.

Además de constituir un espacio pensado para la actividad comercial y de ocio, el inmueble también reúne las características necesarias para que quienes vayan a desarrollar su trabajo en el recinto dispongan de comodidades y servicios. En uno de los extremos de la planta baja hay una pequeña fábrica de hielo de la que se surtirán los vendedores. El sótano cuenta con vestuarios para que puedan cambiarse de ropa.

La intención del Concello es que un gestor único se haga cargo de la administración de la totalidad del edificio y, para ello, se está redactando el pliego de condiciones para su adjudicación. De hecho, varias firmas han visitado ya las instalaciones.

Se ha pensado que los clientes puedan degustar en las plantas superiores, cocinados a su gusto, productos adquiridos en los puntos de venta. Lo que incrementa su atractivo.

En la blanca facha se usó un material pionero

En la terraza se empleó madera cumarú

El recinto combina los usos de carácter comercial y hostelero

La instalación tiene cuatro plantas adaptables a varios tipos de negocios