«Non pensei que sería tanta carga, pero estou orgullosa»

b. c. A ILLA / LA VOZ

RIANXO

MONICA IRAGO

30 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Josefina Dieste es cuidadora por partida doble. Desde hace tres años se encarga de su madre, Juana, y de su suegra, Isolina, y espera poder continuar haciéndolo muchos años más. «Se me atopo ben, fareino ata que elas deixen de estar aquí». Está orgullosa de poder encargarse de su familia pero reconoce que es muy duro. «Non pensei que ía a ser tanta carga, aos dous anos desgasteime dunha maneira tremenda, pensei que a miña vida non tiña sentido». Veinticuatro horas pendiente de sus mayores la minaron de tal forma que estuvo al borde de la depresión, pero desde hace dos meses su vida dio vuelco, para bien. En octubre empezó a recibir la asistencia del servicio de ayuda en el hogar de A llla y esas dos horas que las auxiliares acuden por la mañana y por la tarde para lavar y alimentar a su madre y a su suegra son una bendición. «Esas dúas horiñas a min alívianme moitísimo, son outra persoa, agora lévoo moi ben», explica. Esta isleña de 68 años es una de las participantes en el curso para cuidadores que imparte el Concello. Acudió el año pasado y decidió repetir porque, dice, aprende muchas cosas. De hecho, fue a través de este curso como conoció la posibilidad de acceder al servicio de ayuda en el hogar, algo que resultó providencial. Su madre de 98 años y su suegra, de 93, tienen dependencia de tercer grado, lo cual les da derecho a 120 horas anuales de asistencia social. Pero no les ha salido gratis. Para poder acogerse a este servicio tuvieron que renunciar a los 90 euros que le paga la Administración por su condición de dependiente «pero a min eses cartos non me arranxan nada e a axuda a domicilio faime moito», explica la cuidadora. Después de haber trabajado en una fábrica de conservas hasta los 65 años, Fina se encontró con un trabajo mucho más duro en casa, porque asear y alimentar a dos ancianas que apenas se mueven requiere técnica y fortaleza. Nunca estuvo sola, cuenta con el apoyo de su hija Belén y con el agradecimiento y el cariño de sus otras mujeres. Juanita incluso le canta la Rianxeira. «E que somos de Rianxo».