Hosteleros de Rianxo se refugian en los soportales para escapar de Portos 

RIANXO

Los empresarios se quejan de los precios que la Xunta cobra por las terrazas

07 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Barbanza es una comarca que durante el verano multiplica su población, sus playas son un gran reclamo turístico y los visitantes, una gran oportunidad para que las cajas registradoras de los establecimientos hosteleros se llenen. El buen tiempo invita a tomar un refrigerio a poder ser en una terraza, y si es con vistas al mar mejor. En el casco urbano de Rianxo hay mesas y sillas en el paseo de A Ribeira para ello, pero los bares que allí se ubican dicen verse perjudicados por Portos a causa de las tarifas que aplica a los hosteleros que quieren poner sus mesas y sillas en un lugar que es de su competencia. El caso es curioso porque dentro de la calle que gestiona Portos hay una zona que es como un oasis para los empresarios, el tramo de acera que transcurre bajo los soportales de los edificios que es administrado por el Concello. 

El problema es que no todas las cafeterías pueden disfrutar de esa posibilidad, los soportales se acaban y 100 metros después de que eso ocurra ya se ubica un local que no puede escapar de la jurisprudencia de Portos. Además, el espacio cubierto es limitado y cuando un hostelero quiere ampliar su terraza, como puede ser en época de fiestas, y cruzar la línea que separa que organismo impone su ley tiene que preparar la chequera.  

Diferencia a tener en cuenta

La diferencia entre pagar al Concello o al estamento autonómico por tener una terraza es significativa. A pesar de que hay hosteleros que se quejan de la gestión que realiza la Administración local en este tema el dueño de una cafetería situada bajo los soportales puede gastar la ya significativa cifra de 1.000 euros en un año, sumando la cantidad a pagar a Concello y a Portos, mientras que los que carecen de este privilegio aseguran que han  llegado a pagar cerca de 900 euros únicamente por los meses de verano, algo que ven «inasumible». La tarifa de Portos no es fija, varía según los meses del año y durante la época estival se aplican las cuotas más elevadas. Desgranar una factura enviada por Portos por utilizar un terreno que es de su propiedad no es tarea sencilla, ya que cobra por mesa, silla y metro cuadrado ocupado y todo ello por día. Esto supone que tener seis mesas con cuatro sillas cada una para que los clientes disfruten de las vistas le supone al hostelero pagar más de 10 euros diarios.

Necesidad de cobrar el servicio

Uno de los propietarios de los bares que sufre las tarifas impuestas por Portos asegura que «tes que cobrar o servizo da terraza», en referencia al pequeño incremento en el precio de una consumición si se toma al aire libre que, «os clientes entenden» indicó. 

Además también afirmó que en verano «a xente quere tomar a súa consumición e as tapas fóra, poder gozar do bo tempo e ver o mar. Entre o 60 e o 80% do traballo faise na terraza».

El alcalde quiere recuperar el terreno

Los hosteleros se quejan de la poca presión que el Concello ejerce sobre Portos para buscar una solución al conflicto. Desde el gobierno local aseguran que quieren hacerse cargo de la titularidad de la calle Paseo Ribeira, y por ello el alcalde, Adolfo Muíños, ha solicitado reunirse con el responsable de Portos de Galicia para tratar esta cuestión. Muíños considera que la calle no se utiliza para dar servicio al puerto, sino como vía urbana y por si esto no fuera suficiente es el Concello quien se encarga del mantenimiento del vial.