Localizan en Burés una enorme mámoa de 20 metros de diámetro

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blaNCO RIBEIRA / LA VOZ

RIANXO

A falta de que los arqueólogos inspeccionen la zona, los primeros indicios apuntan a que puede ser el túmulo más grande y mejor conservado de la zona

14 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Los tesoros arqueológicos que esconde Barbanza no paran de sorprender a los propios vecinos. A la lista de yacimientos conocidos y catalogados hay que añadir uno que va camino de ocupar un puesto privilegiado en la relación de elementos patrimoniales. Se trata de una gran mámoa que fue hallada en Burés (Rianxo). A simple vista, el túmulo llama la atención por sus medidas: ocupa una extensión de unos veinte metros de diámetro y mide entre cuatro y cinco metros de alto. Puede ser el monumento megalítico de mayores dimensiones de la zona y también el mejor conservado.

Tres vecinos de Rianxo con un denominador común, su afición por la arqueología, son los descubridores de esta mámoa. Se trata de Xoán Xosé Vicente, Rabunho Rexeita y Juan Carlos Collazo. Acudieron hasta la Cova dos Mouros, tal y como es conocido el monumento en el lugar, alertados por Xosé Enrique Romero: «Falounos da existencia desta cova e amosounos fotos. Ao velas, sospeitamos que se trataba dunha anta e alá fomos».

Xoán Xosé Vicente asegura que cuando llegaron, quedaron gratamente sorprendidos: «Xa no momento vimos que se trataba dunha mámoa inmensa e moi ben conservada. Iso foi o que máis nos chamou a atención». El monumento está formado por una cámara funeraria de siete piedras de unos dos metros de altura cada una. En el interior caben entre cuatro y cinco personas de pie.

Sin catalogar

Los tres aventureros que dieron con este importante elemento patrimonial se pusieron en contacto con un especialista en la materia, el pobrense Manuel Gago, quien a su vez dio la voz de alarma en la Xunta de Galicia, puesto que la mámoa de Burés no está catalogada ni figura en el plan xeral de Rianxo, lo que supone un serio riesgo de cara a su conservación.

Está previsto que en los próximos días, un arqueólogo de la Dirección Xeral de Patrimonio se desplace al núcleo rianxeiro para inspeccionar el túmulo. De los datos que le fueron facilitados y por las fotografías a las que tuvo acceso, Manuel Gago considera que se trata de un hallazgo muy importante: «Chama a atención, sobre todo, a estrutura tumular que conserva (la tierra que recubre las piedras), porque non é habitual nas antas de Barbanza. Iso leva a pensar que o estado de conservación pode ser excepcional».

El monumento podría desbancar al Arca do Barbanza del término boirense

Los especialistas en la materia serán los que tengan que determinar las características y medidas exactas de la gran mámoa hallada en Burés, pero los primeros indicios apuntan a que podría desbancar al Arca do Barbanza. Este monumento megalítico, situado en territorio boirense, está considerado, por sus dimensiones, la catedral de las mansiones megalíticas de la comarca.

Pese a su tamaño y a que la entrada es perfectamente visible, el anta no figura en las relaciones de elementos patrimoniales de Barbanza, de ahí la importancia del hallazgo. El periodista cultural y profesor Manuel Gago destacó «a gran cantidade de información científica» que puede esconderse bajo la estructura tumular que recubre la cámara funeraria.