Nace el texto que cronometrará los plenos sonenses

P. Bretal

PORTO DO SON

El Ayuntamiento cuenta ya con un reglamento orgánico que la oposición rechazó frontalmente

22 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La sesión plenaria que tuvo lugar ayer en Porto do Son volvió a poner en relieve la tensión existente entre el grupo de gobierno y la oposición, un conflicto que sirvió de marco perfecto para la aprobación inicial del reglamento orgánico del Concello. Se trata de un texto que nació entre las críticas de PSOE, Portodos y BNG; y que estas agrupaciones consideran un instrumento de control para minimizar su papel y presencia en la actividad política municipal.

Este documento, del que se carecía hasta el momento y que guarda grandes similitudes con el Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen jurídico de las Entidades Locales (ROF), fue presentado por el ejecutivo sonense como un necesario freno a los interminables espectáculos de confrontación y debate de mociones que estén fuera del ámbito local.

No obstante, la oposición mostró su contrariedad acerca de puntos como la limitación en la presentación de mociones y de preguntas a tres o la fijación del tiempo de intervenciones en cinco minutos en la primera ronda del debate y tres en la segunda.

Asignación de tasas

Los otros temas que se trataron y fueron aprobados estuvieron relacionados con la asignación de tasas para la prestación de varios servicios, como el de las escuelas públicas de música y baile -de las cuales también se aprobó una ordenanza para regular el precio público de sus funciones-, la piscina y el gimnasio municipales, la recogida de basura o la intervención del grupo de emergencias.

Precisamente, esta última levantó revuelo, ya que en relación con la agrupación de Protección Civil, el Concello comenzará a cobrarles a las empresas aseguradoras el coste de actuaciones como la limpieza de una carretera tras un accidente, una medida que establece el cobro de cerca de 70 euros por salida del grupo. La oposición exigió saber si ese pago también afectaría a los propios vecinos si carecen de seguro, algo que el alcalde Luis Oujo se encargó de desmentir.