Los campos de fútbol se convierten en objetivo continuo para los cacos

NOIA

ÁLVARO SEVILLA

Vista Alegre, A Trinidade o A Tasca han sido las últimas instalaciones en sufrir robos

10 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Las instalaciones deportivas se han convertido en un objetivo continuo para los amigos de lo ajeno. Los campos de fútbol son su bien más preciado, ya que normalmente se encuentran alejados de los núcleos de viviendas. Esto permite que los cacos campen a sus anchas, sin miedo a ser escuchados mientras destrozan todo a su paso. A Trinidade, A Tasca y A Alta han sido los últimos objetivos, aunque Vista Alegre, Barraña y San Lázaro no han sido ajenos a los robos.

La directiva del Xuventú Aguiño Mari Vidal reconoce que hace un par de semanas intentaron forzar la puerta de la cantina. No lo lograron, aunque sí entraron en la sede del club y en los vestuarios. «Desta vez non conseguiron levar nada de valor», apunta, mientras recuerda que en otras ocasiones sí lograron forzar la cerradura para desvalijarles la cantina al completo.

No tuvo la misma suerte la directiva del Oleiros, que vivió en sus carnes uno de los últimos episodios. Los cacos entraron en A Trinidade, robaron una rebarbadora y reventaron todas las puertas que encontraron a su paso. Con destrozos que rondan los 1.000 euros, los ladrones solo se llevaron 200 en metálico, además de un par de botellas de licores que estaban en el almacén.

«Levábamos tempo sen que nos entraran, pero nunca sabes cando che vai volver pasar», apuntó el presidente del club, Pepe Cameán, que recordaba que hace un par de meses accedieron a la instalación para robar el gasoil que usan para que los chavales se duchen en agua caliente.

A tiempo

El principal responsable del Unión, Samir Sami, reconoció que la Policía Local consiguió llegar a tiempo la última vez que les intentaron robar en el campo de Vilas. Los agentes detuvieron a un par de cacos, que ya tenían maquinaria cargada en un vehículo.

En A Alta, las sustracciones en la sede de la Asociación de Deportes e Atletismo do Barbanza han sido un problema en los últimos meses. Lo reconoció el director deportivo de la entidad, Lardo Moure, que apuntó que, a pesar de que se han reforzado las cerraduras, el problema reaparece cada poco tiempo.

El campo anexo de A Fieiteira también ha sido un objetivo continuo para los ladrones. La cantina ha sido esquilmada en diversas ocasiones. La última vez fue esta primavera, pero sus usuarios saben que los cacos no tardarán en regresar. Al igual que a los almacenes, de los que se llevaron ropa y material deportivo que pertenecía al Sálvora y al Atlético Ribeira.

El director deportivo del Boiro, Sito Pérez, explica que Vista Alegre y Barraña tampoco se han librado de los amigos de lo ajeno. Desde que la nueva directiva se puso al frente de club, la cantina de Vista Alegre ha sufrido diversos robos, al igual que el bar de Barraña. Sin tiempo para lamentarse, todos se preguntan cuándo entrarán en el campo y les tocará volver a encontrarse todo patas arriba.

«Coa instalación das cámaras parece que o noso problema está solucionado»

El presidente de Noia, José Manuel Caamaño, sufrió en sus carnes decenas de robos en el campo de San Lázaro. Uno de los más sangrantes fue cuando, con el equipo sénior entrenando, un par de cacos se colaron en el vestuario para llevarse carteras, mochilas y teléfonos móviles. «Coa instalación das cámaras parece que o noso problema está solucionado», apuntó el propio Caamaño, que agradeció al Concello que escuchase las demandas de la entidad.

«Creo que xurdiu efecto. Están xusto na entrada do campo e vense perfectamente. Agora non se atreven a pasar. Teñen infravermellos e controlan se hai movemento dentro», apuntó el cabeza visible del Noia. Incluso los chavales que se colaban en el terreno de juego para echar pachangas han dejado de hacerlo. «Había moita xente que viña sen autorización e agora deixaron de facelo. Notámolo no terreo de xogo, que non sufre tanto», apuntó el propio Caamaño.