Las discrepancias abren una brecha en el pacto de gobierno entre NOIA y PSOE

NOIA

MARCOS CREO

El pleno del martes evidenció las diferencias al abandonar la sesión Marisol Villar y emitir su compañero José Pérez un voto distinto al de los socialistas

25 nov 2015 . Actualizado a las 21:30 h.

Cuatro meses han pasado desde que inició su andadura el nuevo ejecutivo noiés, integrado por PSOE y NOIA, con un gobierno en minoría, y parece que las aguas ya discurren revueltas. La evidencia de que existen discrepancias que han abierto una brecha se puso de manifiesto en el pleno extraordinario celebrado la noche del martes. Aunque el salón noble fue el escenario en el que se percibió que puede existir una falta de sintonía entre los socios de gobierno, todo parece indicar que, simplemente, fue la gota que colmó el vaso. 

Durante la sesión, además del inocente sorteo de las mesas electorales, la corporación abordó un par de mociones presentadas por el PP por vía de urgencia. En la primera, el equipo capitaneado por Santiago Freire proponía invertir parte del dinero del Plan de Obras de la Diputación en la mejora de la carretera que une Argote con el puente de San Francisco. Fue ahí cuando se produjo el primer capítulo de una discrepancia que, a día de hoy, no se sabe si acabará en fractura o, simplemente, en diferencia de opiniones entre dos formaciones distintas, PSOE y NOIA, que decidieron unir fuerzas para emprender un mandato conjunto. El asunto planteado por los populares estaba siendo abordado cuando la edila del NOIA Marisol Villar decidió abandonar la sesión.

Ayer, la concejala del partido independiente declinó ofrecer explicación alguna sobre las causas que la llevaron a marcharse, aunque parece claro que no se trató de una indisposición repentina. Tampoco en las filas socialistas hacen comentarios al respecto. Sin embargo, parece respirarse una calma tensa.

El segundo capítulo lo protagonizó el otro representante del NOIA en la corporación, José Pérez. Se trataba la propuesta del PP para que se readmitiese a ocho trabajadores del extinto Grumir a los que se les rescindió el contrato hace más de un año. El PSOE propuso aplazar el debate sobre esta cuestión, según indicó Lage Tuñas, porque el texto que proponía el PP, de aceptarse tal y como estaba, podía acarrear complicaciones legales. Sin embargo, el asunto acabó votándose y, José Pérez, igual que el PP, apoyó la readmisión, mientras que los socialistas, aferrándose a sus dudas sobre el texto, se opusieron, al igual que la Marea. El BNG se abstuvo.

Al parecer, tanto el NOIA, como los populares y el BNG habían dado anteriormente su palabra a estos operarios, dos de los cuales ya tienen una sentencia favorable obtenida hace unos nueve meses, de que apoyarían su readmisión como trabajadores del Concello. 

El PP asegura que hay inestabilidad

Mientras PSOE y NOIA guardan silencio, el PP liderado por Santiago Freire indica que lo ocurrido en el pleno celebrado el martes pone de manifiesto «a inestabilidade existente no Concello de Noia».

Para los populares no hay duda de que el abandono de Marisol Villar constituye  una demostración de «su malestar con la postura del gobierno municipal». En cuanto al hecho de que José Pérez se pronunciase a favor de la readmisión de los trabajadores, el portavoz de los conservadores, Santiago Freire indica que se trata de una ruptura de la disciplina de voto, lo que también incide en la existencia de discrepancias. En este sentido, desde el Partido Popular se subrayó ayer que el NOIA decidió «sumarse á defensa dos dereitos dos traballadores».

La trascendencia que pueden tener las divergencias que han ido sumando gotas al vaso del NOIA puede que se conozcan en los próximos días, ya que la situación del partido en el marco del pacto de gobierno se abordará en una reunión. 

Los socialistas, por su parte, están a la expectativa. El lunes tiene lugar la tradicional reunión del equipo de gobierno, que para algunos puede constituir una buena oportunidad para conocer si las aguas están revueltas o si, simplemente, se trata de un temporal.