El Concello completará la sesión de fuegos artificiales aplazada para mañana por la lluvia con una nueva verbena
28 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Dice el refrán que no hay mal que por bien no venga. Este dicho popular bien podría aplicarse a lo ocurrido el miércoles en Noia, cuando la lluvia aguó el colofón de las fiestas de San Bartolomeu, obligando incluso a aplazar la sesión de fuegos artificiales prevista para la medianoche. Ya a primera hora de la tarde, desde el Concello se decidió, en vista de las previsiones meteorológicas, trasladar el espectáculo pirotécnico para mañana, pero ayer, a propuesta del concejal de Festexos, José Pérez, se optó por completar la jornada, que se presenta seca y soledad, con una verbena.
El edil explicó que, dada la premura, tendrán que conformarse con la orquesta que tenga libre su agenda y esté en disposición de desplazarse a Noia: «Do que se trata é de completar unha xornada que xa vai ser animada na vila porque se disputan a carreira pedestre e unha proba de bicicleta de montaña. Iso si, haberá que axustarse ao orzamento e á oferta que, a estas alturas, tendo en conta que estamos a finais de agosto, será escasa».
La idea es que los noieses puedan despedir por todo lo alto esta edición de las fiestas de San Bartolomeu y se quiten el mal sabor de boca que les quedó el miércoles, cuando in extremis hubo que trasladar al interior del coliseo el concierto de Riff Raff y el monólogo de Pepo Suevos previstos para O Tapal. Pasaba de las nueve de la noche cuando, viendo que la lluvia no cesaba y las rachas de viento eran importantes, José Pérez y los músicos de la banda tributo a AC/DC decidieron llevar los equipos al interior edificio Noela.
Dos llenos en el coliseo
Con el cambio, el concierto ganó en cuanto a calidad de sonido por las excelentes condiciones acústicas del inmueble, pero perdió en animación, pues el público, que abarrotó el coliseo, se vio obligado a seguir las movidas canciones en las butacas. Eso sí, los espectadores no pudieron evitar levantarse e intentar bailar por momentos.
Quince minutos después de la despedida de Riff Raff, el humorista Pepo Suevos arrancaba las primeras sonrisas ante un auditorio también lleno.