Tarifa plana

Maxi Olariaga LA MARAÑA

NOIA

26 mar 2015 . Actualizado a las 14:13 h.

Te acecha detrás de la puerta, persigue tus pasos en las aceras, te acosa en la cartelería groseramente pegada con engrudo a las paredes de tu calle y, en fin, como una cobra te espera escondida en el buzón para clavar en tu mano indefensa sus colmillos de cristal de roca ahítos de ponzoña. Por las avenidas y los callejones, muchachos y cincuentones con sus bolsones en bandolera, se pasan el día filtrando bajo las puertas, miles de folletos y por un miserable salario te informan de la existencia de la diosa empresarial de estos tiempos. La divina Tarifa Plana. Omnímoda y ducha en las artes del tahúr, igual sirve para que te dé el pego con el recibo del teléfono como con el de la energía eléctrica. No se preocupe usted nunca más. Aplique nuestra tarifa plana y péguele duro a la calefacción y al móvil; abónese a los canales privados de televisión y traiga a su casa a rondar las áreas como un gavilán a Lionel Messi.

Tarifa plana, señor mío. A partir de ahora, dicen las eléctricas, pague cada dos meses lo que a usted le parezca -¿qué tal 60 euros?- verá que bien sobrelleva la factura. Claro que en la letra pequeña y escondida en un rincón del margen izquierdo, con letra digna del diario de un liliputiense, se le informa de que en el último recibo del año se le cargará todo el exceso que usted alegremente consumió animado ingenuamente por el truco de los 60 euros de la tarifa plana. Así, como regalo de Navidad, la empresa se desprenderá de la piel de cordero y se le aparecerá el lobo feroz en forma de recibo de 850 euros. Porque, hombre, usted se ha pasado de la raya y alegremente ha ido acumulando kilovatios como quien colecciona cromos de Astérix.

Con las manos heladas y el saldo de su cuenta temblando se echará las manos a la cabeza y se mirará al espejo por ver si es cierto que se le ha quedado cara de gilipollas. Aterrado descubrirá que sí y entonces se acordará de cómo los poderosos urdieron las preferentes, las cláusulas suelo y tantas y tantas otras felonías. Desde luego no nos han engañado jamás. Si se fija usted en su machacona propaganda mediática, todos se anuncian del mismo modo: «Banco X o Eléctrica Y: ¡Siempre pensando en usted!». Lo dicho. Pues eso.