La persistencia de la toxina redujo a la mitad la cosecha de mejillón en Muros-Noia

MUROS

En la última campaña se sacaron de las bateas 3.500 toneladas menos que en el 2015

25 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La toxina tuvo especial incidencia en los polígonos de bateas de la ría de Muros-Noia durante la última campaña, como pone de manifiesto el informe sobre producción acuícola de la Consellería do Mar. Los datos revelan que de las estructuras flotantes se sacaron 3.500 toneladas menos de bivalvo que en el ejercicio 2015, lo que significa una caída cercana al 50 %. Pese al importante descenso, ya que se pasó de una cosecha de 9.000 toneladas a una de 5.000, el bateeiro y patrón mayor de Muros, Daniel Formoso, precisó que no que se perdió toda esta cantidad de mejillón, ya que una parte pudo sacarse de las cuerdas durante el primer trimestre de este año: «Os datos computarán no informe que se elabore este ano», advirtió.

Pese a esto, Daniel Formoso subrayó que la persistencia de las mareas rojas sí alteró de forma considerable la actividad de los bateeiros, que se vieron forzados a realizar los trabajos a contrarreloj para poner el producto en el mercado antes de que se soltase de las cuerdas o de que mermase la calidad de la vianda.

Nueva marea roja

En la actualidad, la zona de los polígonos de bateas de la ría de Muros-Noia vuelve a estar clausurada por la presencia de toxina.

Sin embargo, el presidente de la agrupación muradana, Manuel Alborés, subraya que este cierre, que dura ya varias semanas, no impide el desarrollo de las labores de acopio de cría que se llevan a cabo para preparar la próxima campaña. El mayor temor es que, como ocurrió en el ejercicio anterior, la marea roja se mantenga en el tiempo y, de nuevo, los profesionales vean amenazada su cosecha cuando llegue el momento de recoger el fruto.

También en los parques mejilloneros del área marítima de Vilagarcía, a la que pertenecen los parques de cultivo de Arousa norte y sur, hubo un descenso de la producción que el presidente de Opmega, Ricardo Herbón, atribuye a la toxina que afectó, principalmente, al área de Vilagarcía y O Grove. El volumen total de toneladas que salieron de las estructuras en el 2016 ascendió a 174.000, frente a las 195.000 que se sacaron en el 2015.

Aumento en Ribeira

Precisamente, el hecho de que en la zona ribeirense tuviera menor incidencia este fenómeno natural propició que se registrase un aumento próximo al 12 % en el volumen de kilogramos extraídos. Así, frente a las 7.800 toneladas del 2015, en el pasado ejercicio la cuantía se elevó hasta las 8.700.

Actualmente, la totalidad de los polígonos de la ría arousana se mantienen abiertos, pese a que este es un período en el que la toxina suele afectar.

El sector teme los efectos de la falta de lluvias y las altas temperaturas

La falta de precipitaciones y las altas temperaturas preocupan al sector bateeiro, que desconoce qué efectos pueden tener ambos factores en la producción mejillonera. El presidente de Opmega, Ricardo Herbón, subrayaba ayer que «a temperatura da auga pode estar un o dous graos por riba do que é habitual nesta época do ano».

Herbón precisa que la luz solar y el calor sí favorece el crecimiento del molusco, especialmente en una época como la actual, en la que se producen los desoves. Sin embargo, también habla de la contrapartida que esto tiene: «A falta de aporte de auga doce inflúe moito nas rías e non sabemos o que pode chegar a pasar de seguir así».

El presidente de la agrupación muradana, Manuel Alborés, afirma que desde hace algún tiempo los profesionales detectan que «o mexillón non medra coma antes e o rendemento do mesmo é un pouco inferior».