Ganaderos de Muros constatan la presencia del lobo cada vez más cerca de los núcleos

J.?M. Sande / M.?G. MUROS / LA VOZ

MUROS

Cedida

Los comuneros de Esteiro hallaron el cadáver de una vaca, la décimo segunda de su propiedad atacada en el último año

04 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El último ataque contra sus reses denunciado por la comunidad de montes de Esteiro ha puesto en evidencia la preocupación que existe entre los ganaderos de Muros por la presencia de los cánidos, que cada vez se aproximan más a los núcleos de montaña del municipio espoleados por la escasez de alimento en el monte.

En Esteiro están preocupados porque en esta época nacen nuevas crías, que son un blanco fácil, pero no es el ganado mostrenco el único amenazado: «Nas aldeas faltan as ovellas dun día para outro e iso ten que ser polo lobo», señala un vecino.

De la proximidad de los cánidos a las casas hablan otros ganaderos de Muros, que constatan que cada vez merodean más cerca de los núcleos por la escasez de comida en el monte. Cuentan que en Cornes (Torea) incluso llegaron a matar a un perro: «Achéganse en busca de alimento e válelles calquera cousa, incluso cans e reses adultas», concreta un residente.

En esa zona, sin embargo, los ganaderos creen que es un único ejemplar el responsable de los ataques del último año y que, aunque se aproxima cada vez más a los núcleos, el lobo ha perdido presencia en el monte. Así lo señalaba ayer un vecino de Torea, que en marzo del año pasado perdió un ternero: «Hai catro ou cinco anos notábase máis a súa presenza porque había máis gando nos montes da comarca, pero hoxe escasea e as manadas de lobos marcharon a outros sitios».

Apareció el lunes

En Esteiro, en cambio, creen que actúan varios ejemplares. Los comuneros hallaron el cadáver de una vaca cachena que estaba a punto de parir cuando fue atacada: «Tiveron que ser tres ou catro lobos porque unha vaca así non a comen nun día», conjeturaba el presidente de la entidad, que explicaba que el jueves la res estaba en perfecto estado y que el viernes ya no la vieron en el monte. Fue el lunes cuando encontraron sus restos, algo que no siempre ocurre. De hecho, desde la comunidad de montes explican que «esta é a vaca número doce que nos come o lobo no ano». Y es también la única por la que pueden reclamar alguna compensación porque de las demás no encontraron ni restos.