Una estampa bucólica que pone en peligro a cientos de conductores

J.?M. SANDE MUROS / CORRESPONSAL

MUROS

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La presencia de ganado equino suelto es constante dos semanas después de fallecer un motorista

19 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La presencia de reses mostrencas en los montes de Carnota y Muros es evidente, pues además de que se detectan al menos tres manadas de caballos en esta zona, las defecaciones y huellas de las reses se pueden apreciar en los viales de la comarca y en diversos parajes forestales. Ayer, una manada de 18 equinos adultos, junto con un potro, pacían a mediodía en las inmediaciones de la AC-400 que comunica Muros y Santa Comba, concretamente en el monte de Costa Grande, en el punto kilométrico 90,200. Los animales presentaban un aspecto de lo más apacible, de lo que daba cuenta el mismo potrillo dormido entre la manada de yeguas merodeando en su entorno. Lo bucólico y atractivo de la escena contrasta con la peligrosidad que supone para la circulación viaria, ya que las reses pastaban en el mismo borde de la carretera comarcal.

Los animales no se asustaron con la presencia humana, lo que denota que es frecuente que los dueños de los ejemplares se acerquen a ellos para dirigirlos hacia las zonas más idóneas para el pastoreo o, simplemente, para alejarlos de lugares de tránsito. Ninguna de las reses presentaba pegas en sus patas para condicionar su movilidad. Tras una inspección detallada de las reses no se apreció troquel alguno en sus orejas, ni en las ancas traseras se distinguía señal grabada o cortes de pelo en las crines, circunstancias a las que se recurre para marcar el ganado. Por ello, nadie podría identificar a su propietario, aunque entre los ganaderos de la comarca no existen dudas sobre la titularidad de cada animal mostrenco que pastorea en estos espacios abiertos.

Identificación obligatoria

Tanto las asociaciones de comuneros muradanas, como los agentes forestales de la zona, reconocen los beneficios que aportan a los montes estas reses, pero todos ellos se niegan a permitir que estén sin identificar. Todos los directivos de las comunidades de montes de la zona consultados están dispuestos a negociar la presencia de reses mostrencas en sus propiedades, pero, previamente, exigen la identificación, saneamiento veterinario y un seguro de responsabilidad que cubra los posibles daños ocasionados por los animales, tanto en casos de accidentes como en incursiones a fincas de labor ajenas. Asimismo, muchos opinan que deberían colocarse redes al pie de las carreteras.

Los animales continúan sueltos al pie de la calzada cuando aún está por resolverse la identidad de la yegua contra la que impactó, de forma trágica, un motorista, entre Suevos y Paxareiras, hace dos semanas. Así, los caballos siguen merodeando por las inmediaciones de este vial comarcal entre Muros a Santa Comba, una situación que empezará a ser todavía más peligrosa con la llegada de las lluvias y niebla, que restan visibilidad a los conductores que pasan por el mismo.