El niño Xoel difícilmente volverá a asistir a un pleno en Mazaricos

MAZARICOS

ALVITE

Una concejala acudió a la sesión con su hijo de dos años que se entretuvo garabateando un papel, hablando con los ediles y deambulando por la sala, mientras la corporación debatía

22 sep 2019 . Actualizado a las 20:47 h.

Era el primer pleno de su vida, pero, visto lo visto, raro será que lo pillen en otro. El pequeño Xoel, hijo de la concejala nacionalista Beatriz Alvite Novio (ya se sabe lo difícil que resulta a veces la conciliación familiar, incluso en el ámbito rural) se aburrió de lo lindo en la hora y pico de monólogos que protagonizaron el alcalde y los portavoces de los grupos de la oposición en el pleno de Mazaricos. Bien es cierto que con apenas dos añitos todo aquello le resultaría extraño.

Un señor toma la palabra, habla un buen pedazo y después le contesta otro, que parece ser el jefe de la reunión. Y así, sin parar, mientras duró todo aquello. El pequeño tuvo tiempo de garabatear en un papel, de hablar con algunos de los compañeros de su madre e incluso de echarse unos paseos por el salón de plenos.

No debieron pasarlo mejor la docena de personas que componían el público a tenor de las caras de hastío que mostraban bien pasada la mitad de la sesión. Es sabido que muchos temas municipales acostumbran a ser, ya de por sí, aburridos, pero de un pleno siempre se espera algo de tensión, de piques entre los que mandan y la oposición. Cuando menos, algo de debate.

Eso fue, precisamente, lo que se echó en falta en Mazaricos. Un intercambio de pareceres más allá del tú pregunta que yo contesto. Todo se redujo a una batería amplia de cuestiones del portavoz del PP, Sergio Noya, y a la contestación en bloque del alcalde, Juan Blanco Riveiro. Y otro tanto sucedió con la treintena larga de planteamientos del líder socialista, Javier González.

Insufrible para los que venían con otro tipo de pretensiones. Y eso que algunas de las cuestiones presentadas eran de interés general, caso de las obras en la piscina y el polideportivo, de los desbroces en caminos o la peligrosidad del cruce de Paxareiras por las que se interesaron los populares. El edil socialista se afanó más en conocer el origen de determinadas facturas o por proponer obras en escuelas unitarias o lavaderos. Cuestiones todas que tuvieron cumplida contestación por parte del alcalde a tenor de lo poco que insistieron en el tema quienes las formularon.

Asuntos aprovechables

De lo más aprovechable del pleno fue saber que el ayuntamiento comprará el quiosco situado en las inmediaciones del campo de la feria de A Picota para poner en marcha un punto de información turística durante el próximo año. También que se llevarán a cabo obras de mejora en la piscina municipal o se cambiará, por fases, la señalización municipal ante la imposibilidad presupuestaria de hacerlo de una sola vez.

Pasaba de las nueve de la noche cuando el alcalde ordenó levantar la sesión y la concejala Bea Alvite dijo a Xoel que se levantara del suelo en el que estuvo sentado los últimos 15 minutos del pleno. Allí aguantó estoicamente el que fue primer pleno de su vida. Ojalá repita, aunque resulta difícil crear afición jugando de esta manera.