La señalización del Camino por Mazaricos sufrió un nuevo ataque

Xoán Ramón Alvite Alvite
X. R. Alvite MAZARICOS / LA VOZ

MAZARICOS

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El gobierno local ha puesto los hechos en conocimiento de la Guardia Civil

20 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La prolongación del Camino de Santiago hasta a Fisterra a su paso por Mazaricos va camino de convertirse en el tramo más saboteado de toda la ruta jacobea con un nuevo ataque.

Rara es la semana en la que no roban algún indicador de dirección, pintan alguna señal o, directamente, arrancan los pesados mojones de piedra colocados por el ayuntamiento para informar a los peregrinos del punto exacto del camino en el que se encuentran. De hecho, durante los últimos días los vándalos la emprendieron con dos grandes paneles indicadores colocados en el mirador de Busto y en el límite del municipio con Negreira y con varias señales ubicadas en el entorno del monte Aro.

En todos los casos procedieron a arrancar el mobiliario dejándolo tirado en el suelo con importantes desperfectos o, en el caso de los indicadores, dejaron el poste clavado en el suelo pero sustrajeron el letrero que mostraba la dirección a seguir.

La excesiva frecuencia con la que se repiten estos hechos y los enormes costes a los que tiene que hacer frente el Concello para subsanarlos han agotado la paciencia de los responsables municipales de Mazaricos. El gobierno local no solo ha puesto los hechos en conocimiento de la Guardia Civil, sino que señala su intención de «ir ata o final deste asunto porque non se poden concibir actuacións deste tipo que van en prexuízo, xa non só de Mazaricos e da súa imaxe, senón tamén dos milleiros de visitantes que cada ano pasan por aquí en dirección a Fisterra», apuntó el mandatario, Juan José Blanco Riveiro.

Ruta alternativa

El alcalde mazaricano incluso se atreve a ir más allá y circunscribe estos hechos a la reciente apertura de la ruta alternativa que permite a los peregrinos que pasan por el municipio acercarse hasta A Picota: «Aínda que sempre houbo algún que outro caso de vandalismo, eran pouco habituais, case simbólicos. Todo cambiou cando se abriu a variante da Picota, que foi cando empezaron a converterse en habituais. Haberá que investigar se alguén se sinte prexudicado por este novo trazado complementario e se ten algo que ver co que está pasando».

Juan José Blanco Riveiro cifra en más de 3.000 euros el coste de la reparación y reposición del material dañado o robado. «A situación é insostible e faremos todo o que estea na nosa man para coñecer aos culpables e que paguen polo que fan», zanja el alcalde mazaricano.