Los concellos se aprietan el cinturón para liquidar sus planes de ajuste

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez NOIA / LA VOZ

LOUSAME

Ribeira, Porto do Son y Lousame ya se libraron del crédito para el pago a proveedores y Rianxo lo hará este año con el abono de 860.000 euros

10 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace tres años, justo por estas fechas, en la mayoría de las casas consistoriales de la comarca se trabajaba a contrarreloj en la elaboración de planes de saneamiento económico que permitieran a los concellos acceder a un fondo de rescate estatal para el pago a proveedores, que no era otra cosa que un crédito a largo plazo para abonar las facturas pendientes. Eran varios millones de euros los que tenían sin abonar la entidades locales barbanzanas. Desde entonces, la situación ha cambiado mucho, y para mejor, en la mayoría de esos ayuntamientos, que se han apretado el cinturón a base de bien. Tanto es así que ya se han librado del plan de ajuste o están en vías de hacerlo.

Amortización de puestos de trabajo -dejando vacantes las plazas que quedaban libres por jubilaciones-, subida de ciertas tasas e impuestos y contención del gasto eran algunas de las medidas que los concellos propusieron al ministerio para poder acogerse al crédito estatal y saldar así la deuda con sus proveedores. El caso de Porto do Son llama la atención porque logró zafarse del plan de ajuste en un tiempo récord: en poco más de un año, el Concello amortizó el 100% del préstamo que había pedido y que superaba el medio millón de euros.

Aunque en un principio dudó en hacerlo, el Ayuntamiento de Lousame también se acogió a un plan de ajuste por un importe de 300.000 euros para el pago a proveedores, del que quedó liberado en septiembre del año pasado. Tres cuartos de lo mismo sucedió en Ribeira. Pese a contar con un abultado remanente positivo, el Concello solicitó 800.000 euros para no comprometer las arcas municipales. La deuda está liquidada y, por tanto, el plan de ajuste también, aunque el gobierno ha optado por mantener las medidas de contención del gasto adoptadas entonces.

Mayor margen de maniobra

Y a lo largo de este ejercicio Rianxo prevé encontrarse en la misma situación. El alcalde, Adolfo Muíños, explicó que en las cuentas del 2015, que se llevarán a pleno este mes, se incluirá una partida de 860.000 euros para el último pago del crédito.

La cifra que debían afrontar las arcas públicas rianxeiras (1,2 millones) era de las más elevadas de la comarca, así que el zafarse del plan de ajuste será un alivio y permitirá mayor margen de maniobra. Muíños explicó que a partir del 2016 la deuda bancaria será perfectamente asumible y eso repercutirá en las inversiones porque, por un lado, podrán formalizarse nuevos préstamos y, por otro, habrá liquidez para poder asumir la parte proporcional de determinados proyectos que cuenten con una subvención de otras Administraciones.

Muros, Carnota y A Pobra siguen bregando para librarse de la deuda

De los ayuntamientos que aprobaron un plan de ajuste para poder acogerse al crédito estatal, los hay que todavía siguen bregando para librarse de la deuda. Y lo que le queda a alguno, dado que, aunque parte de los concellos han liquidado los préstamos en tiempo récord, la operación se planteó a largo plazo. El de Ribeira, por ejemplo, era a veinte años, y en A Pobra tienen por delante unos quince para satisfacer el pago, aunque el alcalde, Isaac Maceiras, aseguró ayer que van reduciendo el importe año a año y se están cumpliendo los objetivos. Muros y Carnota también siguen sujetos al plan de ajuste.

De ellos, el que peor lo tiene es el Ayuntamiento carnotano. El regidor, Ramón Noceda, explicaba ayer que su deuda era «bestial» y que queda mucho para liquidarla. Para el pago a proveedores solicitaron un crédito de más de 1,3 millones, una cifra que se sumó a otro tanto que las arcas municipales tenían pendientes de pago con entidades bancarias.

Contención

Durante este mandato, a los ayuntamientos no les quedó otra que hacer un ejercicio de contención del gasto con pocos precedentes. Lo hicieron obligados, para poder acceder a créditos con los que pagar su abultada deuda con proveedores. Solo falta esperar que esa contención se mantenga ahora que la cosa va mejorando, al menos para algunos.