El coste y la estética impiden llevar el calor a la casa del Señor

Patricia Calveiro Iglesias
p. CALVEIRO RIBEIRA / LA VOZ

BOIRO

carmela queijeiro

La mayor parte de los templos carecen de una instalación contra el frío y la misa se sigue con el abrigo

20 ene 2017 . Actualizado a las 12:23 h.

Con la chaqueta de invierno, bufanda o pañuelos para proteger el cuello y calcetines gruesos en los pies. La ropa de abrigo es un complemento básico estos días entre los feligreses barbanzanos para combatir las bajas temperaturas. Y es que la ola de frío polar no entiende a razones humanas ni divinas y se ha colado también en los templos de la comarca.

La mayor parte de las iglesias y capillas carecen de un sistema de calefacción y, con una sensación térmica de hasta tres grados bajo cero como la que soportaron ayer a media tarde los vecinos de Lousame, salir de casa ya era para muchos una penitencia.

La razón por la que no termina de entrar el calor en la casa del Señor la explica el cura de Muros, Alfonso Mera, que atiende cinco templos y una capilla y solo dispone de una estufa de pellets en el santuario de A Virxe do Camiño desde septiembre: «O motivo principal é o custe que supón a instalación e o mantemento. As igrexas son difíciles de quentar e hai que salvagardar a estética, atendendo ás normas patrimoniais e ao propio sentido común, aínda que doe escoitar á xente dicir que o pasa mal durante o culto, que sufre co frío ou colle arrefriados».

Otras prioridades

Más de media docena de párrocos coinciden con Mera y aseguran que «resulta caro» y «hai outras prioridades; estamos saíndo dunha crise e a xente é o primeiro», señala Francisco Pena, que está al frente de seis parroquias entre Boiro y Rianxo y solo cuenta en Cespón con una estufa de butano que se puso el año pasado, y este no llegó a funcionar. Además, la propia arquitectura de los templos dificulta poner solución al problema del frío, inciden los sacerdotes. La altura de los edificios, que tampoco suelen disponer de un buen aislamiento en suelos, tejados y puertas para mantener el calor y la humedad de la zona, complica la misión.

Con todo, ni la ola de frío ártico frena a los devotos. El sacerdote noiés, José Ortoño, asegura que las bajas temperaturas de estos días no están lastrando la asistencia a las eucaristías: «Vienen más abrigados y punto. El problema dura como mucho un mes y las misas, entre semana, son de 15 minutos, y de 30, el domingo».

En donde están curados contra el frío es en la iglesia parroquial de Boiro. De hecho, fue una de las primeras en tener calefacción, ya que la instaló el difunto sacerdote Francisco Carou hará unos diez años. En San Isidro de Postmarcos cuentan con pantallas de calefacción por infrarrojos por segundo invierno y el año que viene está previsto que lleguen a Lampón porque para su párroco, Marcelino Sánchez, «supone un gasto razonable y la gente lo agradece».

Ocho lámparas de infrarrojos funcionan en Santa Uxía de Ribeira y dos de ellas caldean el ambiente estos días de forma casi continua. «Es un problema asumir este gasto porque el número de población es menor y las aportaciones han menguado casi un 30%, por lo que se intenta poner solo cuando es realmente necesario para no disparar el consumo», indica el titular de la parroquia, Cesáreo Canaval.