Los concellos plantan cara al pirateo en las redes de suministro de agua

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro RIBEIRA / LA VOZ

BOIRO

En ayuntamientos como Boiro cuantifican las pérdidas en 450.000 euros al año

07 oct 2016 . Actualizado a las 11:38 h.

Hay tantas fórmulas como ha dado de sí la imaginación. Y, en algunas zonas de la comarca, el pirateo del servicio de suministro municipal de agua ha llegado a ser una práctica extensiva de la que se benefician muchos particulares, empresas y edificios enteros. Sin embargo, esta costumbre tiene los días contados, ya que los concellos han decidido plantarle cara y acabar de una vez por todas con el mal hábito de consumir agua sin pagar.

Uno de los casos más acuciantes es el que afecta al municipio de Boiro, en donde se ha cuantificado que se están dejando de recaudar unos 450.000 euros al año a costa de los defraudadores. Los números hablan por sí solos. De la estación de tratamiento de agua potable de Boiro salen 2.100.000 metros cúbicos, que provienen de las captaciones de los ríos Coroño y Cubelo y de la traída del Ulla. Sin embargo, solo se llegan a cobrar 900.000, un 46% del total. Aún teniendo en cuenta que siempre hay fugas en la red, el alcalde boirense, Juan José Dieste, reconoce que «tenemos un problema grande con este tema».

El mandatario popular ha decidido pasar a la acción y, tras llevar a cabo un estudio para localizar los puntos en donde se dispara el consumo, se tomarán cartas en el asunto. «Vamos a dar un margen y hacer un llamamiento para que la gente pueda darse de alta, nosotros ofreceremos todas las facilidades para que lo hagan», indica el primer teniente de alcalde, Fernando García.

Elevadas sanciones

Luego, llegarán las sanciones de liquidación por fraude, que oscilan entre los 751 y los 1.500 euros, en función del tiempo que se estuvieran beneficiando ilegalmente. En último caso, se contempla la opción de externalizar el servicio municipal y sacarlo a licitación, lo que «subiría considerablemente la factura del agua», explican desde el Concello.

Otra solución es por la que ha optado el ejecutivo de Porto do Son, que viendo que no cuadraban las cuentas contrató a una empresa externa y puso a los técnicos municipales en alerta para detectar los fraudes. «Nun ano conseguimos dar moitas altas, cerca de 600, pero igual quedan por revisar unhas mil e pico vivendas», calcula el regidor, Luis Oujo, quien destaca lo complicado que resulta detectar las irregularidades y el «traballo de campo, de ir propiedade por propiedade», que hay detrás.

En alcalde ribeirense, Manuel Ruiz, señala que la capital barbanzana también está afectada por este tipo de prácticas «pero son casos puntuais e témolo moi controlado». La propia empresa adjudicataria del servicio lleva la supervisión sobre los cambios de facturación llamativos. Y, para el abono de los atrasos, se permite el fraccionamiento del pago y otras facilidades.