La justicia obligó al Concello a pagar más por los terrenos
29 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.A estas alturas del 2009 estaba dando sus últimos coletazos en Boiro un polémico proceso de expropiaciones, el que permitió al Concello conseguir los terrenos necesarios para la construcción de la piscina y el instituto A Cachada. Una sentencia hecha pública tal día como hoy ponía el punto final a unos trámites que habían comenzado 14 años antes: la justicia obligaba al Ayuntamiento a pagar, a varios dueños de fincas, la diferencia entre lo abonado inicialmente y lo conseguido por trece propietarios que habían optado por acudir al contencioso para fijar un justiprecio.
El inicio de este proceso se remonta a 1995. Cuando el entonces alcalde, Jesús Alonso, inició el proceso de expropiaciones, trece propietarios optaron por recurrir a los tribunales. Los tribunales les dieron la razón en el 2006, lo que llevó a otros afectados a seguir el mismo camino y recurrir.