El Sacramento vistió Boiro con un colorido manto de pétalos que resistió hasta el paso de la procesión
BOIRO
La alfombra floral resistió, no sin dificultad, los embistes del viento hasta el atardecer
27 jun 2016 . Actualizado a las 11:22 h.El centro de Boiro amaneció teñido de colores. La celebración del Sacramento vistió con un largo manto de pétalos la bajada de la iglesia hasta la rúa Principal, pasando por la calle Bao y el Camiño Real, el cual levantó la expectación de los vecinos que por allí pasaban y pocos fueron los que se resistieron a sacar una foto a la estampa.
La alfombra de flores resistió los embistes del viento, no sin dificultades, hasta la salida de la procesión, que desfiló sobre ella cuando ya había caído la tarde, terminando de desdibujar a su paso las efímeras figuras que construyeron con esfuerzo decenas de manos.
A lo largo de la alfombra se instalaron varios altares en los que la procesión tenía previsto hacer sus paradas, situados justo al comienzo del tapiz floral, en la rúa Principal, así como en el Cruceiro de Fonteneixe. Un año más, los motivos geométricos y florales fueron la nota dominante junto a los granos de avena para formar un vistoso diseño que durante unas horas dio color al gris del firme, presidido por el ya habitual escudo del Concello sobre la leyenda «Boiro 2016», así como por el de Cáritas.
El recorrido por los mantos de pétalos tuvo banda sonora propia durante la mañana, la del grupo de gaitas Arume, que protagonizó el primero de los pasacalles. Arte floral y música fueron las primera atracciones de las fiestas de Boiro, que ayer comenzaban oficialmente de este modo, dando luego paso al baile.
Una vez finalizados los actos religiosos del Sacramento, que da el pistoletazo de salida a las fiestas de verano, rompía el hielo la agrupación de danza tradicional Xilbarbeira en el patio de la iglesia y los bailes se trasladaban por la noche hasta la plaza de Galicia, en donde estaba prevista la primera de las verbenas, un aperitivo hasta el viernes.