Nunca es tarde para celebrar la Navidad

BOIRO

STUDIO A4

Lágrimas, emociones, aplausos y diversión en la celebración de cierre de ejercicio de Jealsa

05 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Si no fuese por el calor y la vestimenta fresca; si no fuese por el alboroto de los polluelos de un nido situado en el interior del polideportivo de Barraña; si no fuese que cuando empezaron los parlamentos la luz del día era intensa... cualquiera diría que el pasado viernes se celebró la Navidad en Boiro, porque la fiesta anual de Jealsa, correspondiente al 2014, tuvo lugar seis meses más tarde, pese a lo cual no faltó alegría, pero tampoco lágrimas, ni emociones, ni aplausos.

Las lágrimas salieron de quién menos se esperaban, Jesús Alonso, el fundador, que estrenaba su presidencia de honor de la corporación, y que tuvo que pasar la palabra a su sucesor, Jesús Manuel, explicando que nunca le había pasado eso, que acababa de descubrir que era un «chorón».

Motivos había para la emoción, solo recordando por qué se aplazó la fiesta de diciembre: por la tragedia del Paquito nº 2; o también porque los años pasan, tanto que llega un momento en el que se cuentan incluso los medios años, como confesó el patriarca de la familia Alonso Escurís, que peina, como dijo, los 85 y medio.

Y la alegría emanó de las palabras de la que sigue contenta y orgullosa de haber dicho un sí quiero hace 58 años, Pura Escurís Batalla, que, tras las palabras de su marido en las que reconocía que había retrasado demasiado la sucesión, advirtió a los cerca de dos mil asistentes a la fiesta: «El capitán no ha abandonado el barco. Lo más seguro es que esté en el puente vigilando al piloto y al resto de la marinería».

Y esa alegría se contagió a los centenares de personas que tanto aplaudieron cuando al fundador se le entrecortaba el discurso y los ojos se le inundaban de lágrimas, como cuando reconocían a sus compañeros en un emocionante vídeo que transmitía trabajo y sensaciones, o cuando alguno de la treintena de premios sorteados descubría la sonrisa del o de la agraciada.

Y también alegría de los tres que cumplieron 25 años en la empresa que fueron agasajados con un reloj, objeto que simboliza el tiempo, el pasado y el futuro, este último garantizado al amparo de una empresa inquieta que no para de moverse para tratar de hacer lo que hizo su mentor.

«Matemáticamente es imposible que podamos emularte. Partiendo de cero, cualquier incremento es infinito, y el crecimiento fue muy grande. Pero, en nombre de mis hermanos, te aseguro que vamos a intentarlo. Muchas gracias jefe». Palabras del nuevo presidente, Jesús Manuel.