Apoyando la hostelería

Alicia Fernández

BOIRO

03 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Vista la limitación de medios económicos de quien suscribe -a pesar de mis continuas peticiones el delegado resiste como Astérix y compañía- me he decidido a aprovechar el inicio del puente para realizar un primer micro sondeo sobre las elecciones municipales en Boiro. Para ello, armada con veinte euros de vellón -en dos piezas de a diez, que no hay que poner todos los huevos en la misma cesta- me he lanzado a un periplo por las tabernas locales para pulsar opiniones.

A poco de empezar ya tengo la primera conclusión: en Boiro se sirven buenas tapas acompañando vinos y cañas. De propina, la segunda: el personal, normalmente reacio a hablar de política, ante un zumo de uva o de cebada fermentado se suelta, incluso se atreve a sentar cátedra y rubricar apuestas. La tercera es que si la conversación dura mucho puede acabar con Los Manolos (amigos para siempre, lailolailolai) o en algún que otro mosqueo sin mayores consecuencias.

Pero vayamos al grano ¿Qué se dice, se comenta o rumorea en la ermitas de Baco? Pues hay mayoría que opina que Juan José Dieste no se ha metido en excesivos charcos, que ha estado próximo, que no ha sucumbido a ciertos cantos de sirena y que los ciudadanos dan por descontado que en la coyuntura actual no se puede hacer mucho más. Alguna voz crítica sobre salarios, asfaltados y sobre algún miembro de su equipo no impide que sean más los que apuesten por su reelección. Un dato a mayores: no son pocos los que echaron en falta un papel más activo por parte de la oposición.

En frente tendrá nada menos que cinco listas, ¡nada menos! Empezando por el PSOE detecto un mal síntoma: se habla poco del candidato del puño y la rosa. Los comentarios escuchados inciden casi exclusivamente en que parece alejado de Boiro y en las dificultades internas de su parto. A favor, ostentar una franquicia con más de mil votos aún en los peores resultados electorales. El BNG parte con una lista muy renovada. Y más ligera después de soltar lastre, según dicen ellos. La mayoría lo sitúa como el primer partido de la oposición y a Raquel Suárez, si realiza un buen papel, como un valor en alza para el 2019. Ningún comentario en contra y percepción fresca. Lo más negativo, algún matiz dogmático inherente a los frentistas.

En el caso de Chouza se duda de que pueda aprovechar el tirón de Ciudadanos, pues se nutre fundamentalmente de los descontentos del PP y en el caso de Boiro no parece haber muchos. Los sesudos politólogos del Rioja le otorgan una subida muy moderada. En el caso de Boiro Novo hay más dudas. En contra una lista que parece contradictoria y ciertas actitudes sorprendentes, a favor que se mueven. Las opiniones van de cero a dos. Por último el incombustible Manuel Velo. La mayoría de los tabernícolas cree que es un éxito que haya sido capaz de confeccionar la lista y no desean que saque representación. Pero también hay algunos reminiscentes que le otorgan su escaño.

Remato guardando las servilletas con las apuestas y llamando a un taxi para que la encuesta no me salga cara.