El pueblo resucita la gran fiesta religiosa

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

BOIRO

Tres mil barbanzanos son los responsables del auge que registran las procesiones

29 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde hace unos años, Barbanza es escenario de un fenómeno difícil de explicar. Siguiendo la tendencia general, la Iglesia en su conjunto pasa por horas bajas, con reducción del número de asistentes a las misas e incluso de la cifra de personas que reciben sacramentos en el pasado sagrados como el bautizo, la comunión o el matrimonio. Sin embargo, la Semana Santa, la cita religiosa por excelencia, registra un bum espectacular, cuyos responsables no son otros que los vecinos.

De hecho, en estos momentos hay unos tres mil barbanzanos adheridos a las once cofradías existentes, preocupados por lo tanto por la restauración de imágenes y el ensayo de las procesiones, y rogando al cielo que el tiempo se porte durante el largo fin de semana que se avecina. A todo ello hay que sumar las cada vez más personas que, como espectadores de los desfiles, dan forma a este fenómeno.

Por tradición y por número de vecinos a los que agrupa en la actualidad, Noia lidera el ránking de la Semana Santa barbanzana. Son casi mil las personas que están ligadas a las tres hermandades existentes: los Dolores, que tiene 400 socios; el Nazareno, 300; y la Terceira Orden dos Franciscanos que, con 200 miembros, tiene todas las papeletas para ser la más antigua de la comarca, pues sus orígenes se remontan a 1752. Desde esta congregación señalaban que el bum que registra la cita religiosa por excelencia tiene visos de continuar: «Estanse introducindo elementos novos cada ano. No noso caso, temos en proxecto ampliar os Pasos introducindo imaxes secundarias».

Margarita Hermida, la responsable de la Cofradía de los Dolores, tiene también motivos para prever una larga vida para la Semana Santa en Noia: «Vai a máis cada ano e o pobo implícase moitísimo». De las novedades de su hermandad destaca el Paso da Eucaristía estrenado el año pasado, porteado por chiquillos de entre 9 y 16 años.

El gran resurgir

El caso de Porto do Son es similar. La Semana Santa tiene allí una larga tradición, pero durante años estuvo estancada y se limitaba a procesiones minoritarias. La situación cambió a partir del 2003, cuando un grupo de vecinos fundaron la Cofradía de la Pasión de Nuestro Señor, que actualmente agrupa a más de doscientas personas.

Digno de mención es también el caso de la Irmandade do Cristo da Misericordia boirense. Pese a tratarse de una cofradía de reciente creación, pues inició su andadura hace una década, hoy cuenta con 600 miembros y puede presumir de haber conseguido que la localidad, después de años y años pasando desapercibida en Semana Santa, sea ahora uno de los epicentros barbanzanos de la gran cita religiosa.

Ocurre lo mismo en Rianxo. La Irmandade da Paixón de Cristo tiene solo un lustro de vida, pero suma 260 socios e incorpora actividades cada año. La secretaria de la entidad, Pepa Martínez, atribuye el éxito a los vecinos: «O pobo foi o que logrou este impulso das celebracións, que estaban decaendo ata tal punto que corrían o risco de desaparecer. Por poñer un exemplo, antes a imaxe das Dores levábana oito homes e agora van 18».

También en Ribeira los vecinos, a través de la asociación Alfaia, acabaron haciéndose cargo de su gran procesión de Semana Santa, el Paso. Pese a ello, es una celebración que parece que no acaba de cuajar en la ciudad. Cuenta solo con 80 cofrades y un desfile destacado.

La excepción

Como en toda buena regla, en esta también hay una excepción, que se encuentra en Muros. Las dos congregaciones allí existentes fueron fundadas a comienzos de los 90 y han visto reducido el número de miembros. Entre las dos llegaron a superar el medio millar de socios y ahora rondan los 350. Este año, con la ayuda del cura Alfonso Mera, los feligreses han decidido darle un empujón a la cita, introduciendo actividades como la representación de la Pasión de esta noche.

A lo largo y ancho de Barbanza habrá en los próximos días tres mil pares de ojos especialmente pendientes del cielo. De momento, las previsiones para los días grandes de la Semana Santa son buenas y apuntan hacia sol y temperaturas primaverales.

arranca la semana santa

muros La Palomita, el gran distintivo

Por su vistosidad y singularidad, la procesión de la Palomita (domingo de Pascua, 11.00 horas) marca la diferencia en la Semana Santa muradana. Pero el cartel incluye otras citas destacadas como el desfile de la Santa Cena (jueves, 21.00 horas) y un intenso viernes con sermón del Encuentro (O Curro, 11.00), Pasión (18.30), Desenclavo (19.30) y procesión del Santo Entierro (21.00 horas).

boiro El Ecce Homo, antesala del día grande

Como en buena parte de las localidades de Barbanza, el Viernes Santo es la jornada estrella de la Semana Santa boirense. Ese día coincidirán la celebración de la Paixón (18.30), el Vía Crucis con Desencravo incluido (19.30) y la procesión del Santo Enterro (20.30). Pero ya el jueves se servirá en esta villa un importante aperitivo, pues el desfile encabezado por el Ecce Homo que tendrá lugar a las 21.00 horas es uno de los platos fuertes de las actividades promovidas por la Irmandade do Cristo da Misericordia, tanto por su vistosidad como por el elevado número de feligreses que suele reunir. Todavía el sábado habrá una última procesión. El Cirio Pascual recorrerá las calles a partir de las 22.00 horas.

rianxo El Encontro, la cita número uno

Un Vía Crucis por las calles de Rianxo (21.00 horas) marcará el miércoles el arranque de las grandes citas organizadas por la Irmandade da Paixón de Cristo rianxeira. Las más destacadas tendrán lugar el viernes: Santo Encontro (11.00), Adoración da Cruz (17.30), Desencravo (19.30) y procesión del Santo Enterro (22.00). El sábado habrá visita a los enfermos, y el domingo, misa de Resurrección.

ribeira Procesión única con 80 capirotes

Una procesión destaca en el programa de actividades de la Semana Santa ribeirense. Se trata del desfile encabezado por la imagen del Paso, que tendrá lugar el miércoles, a partir de las 22.00 horas. Unas ochenta personas, ataviadas con túnicas y capirotes de color morado, acompañarán al Cristo, que será portado por una decena de costaleros. La organización corre a cargo del colectivo Alfaia.