El denunciante por una pelea en una discoteca de A Pobra no puede identificar a los agresores

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO

A POBRA DO CARAMIÑAL

Admitió en el juicio que señaló a los tres acusados solo por referencias de terceras personas

22 mar 2017 . Actualizado a las 12:16 h.

José Romero Muñíz fue agredido el 18 de agosto del 2013 en la actualmente cerrada discoteca Gran Vía de A Pobra do Caramiñal. No hay dudas de que recibió patadas y puñetazos por todo el cuerpo que le provocaron un traumatismo craneal, heridas en la cara y la rotura de varios dientes. Cosa bien distinta es quién le pegó aquella noche de las fiestas de esta localidad del Barbanza.

Tanto ante la Guardia Civil como después en la instrucción judicial del caso, el agredido señaló a tres jóvenes vecinos del municipio: Benjamín Silva García, David García Fernández y Sergio Outeiral Vidal. Todos han sido juzgados hoy en la sección sexta de la Audiencia Provincial, la que tiene su sede en Santiago, y la Fiscalía pedía para ellos penas de cuatro años y tres meses de prisión, así como una indemnización de 2.500 euros a la víctima.

Sin embargo, durante la vista oral, el denunciante ha admitido que no puede identificar a ninguno de ellos como sus agresores y que solo los señaló por referencias que obtuvo de terceras personas que no han querido prestar declaración como testigos. La acusación, por tanto, ha quedado bastante diluida.

El agredido ha narrado en su declaración ante el tribunal  que aquella noche su amigo Javier Fernández Vidal tuvo una discusión dentro de la discoteca con un grupo de chicos, que después salieron todos fuera del local y que él fue ayudarle. Su amigo logró escapar, pero él no. Fernández también ha declarado como testigo y él sí ha identificado a uno de los tres acusados como uno de los que le agredieron dentro de la discoteca. En concreto, afirmó que fue Sergio Outeiral, al que llaman Coco o Cocón, el que le propinó un puñetazo en la nuca del que fue testigo directo su hermano. Además, una vez en la calle, afirmó que le vio con una botella de cerveza en la mano y que se la lanzó con la intención de alcanzarle.

Los tres acusados, sin embargo, han negado tajantemente los hechos. Admitieron que estaban en la discoteca Gran Vía aquella noche y que vieron la pelea, pero que en ningún momento participaron de ella. Consideran que las terceras personas que le dijeron al agredido que ellos habían sido los que le pegaron pueden estar confundidos por varios hechos. El primero, que hay otros dos chicos en la comarca a los que se les llama por el apelativo de Cocón y que, además, uno de ellos también se llama Sergio. El segundo, que aquella noche sí hubo una fuerte discusión sobre las siete o las ocho de la madrugada en la que se vio involucrado Benjamín Silva, pero que en ningún momento acabó en pelea. Creen que estas circunstancias pueden haber confundido a los que les señalan, injustamente según su versión, de la agresión.